El nivel de vida de los españoles está todavía a años de luz de la media europea. Los salarios que se pagan de los Pirineos para abajo resultarían insultantes a cualquier persona de ese primer mundo de la UE que ya no sabe lo que es la crisis y en la que los mileuristas son una etapa superada. Con frecuencia, los políticos suelen alegar que los productos, en estos pagos, son más económicos, y los ciudadanos tragamos esa rueda de molino, bien por no amargarnos la vida o bien por no echarnos al monte. Sin embargo, la mentira ha quedado en evidencia después de que Eurostat haya publicado los datos del coste de la luz y el gas en toda la Unión Europea. Y resulta que son los españoles los que tienen que pagar la factura más cara, mucho más que los nórdicos, los alemanes, los franceses y hasta los italianos. Hasta los portugueses pagan por la energía la mitad que nosotros. ¿Por qué será?