Un año para olvidar

Hemos despedido el año 2020, sin pena, ni gloria, aunque diría con más, pena que gloria, el que acabamos de despedir, cuando lo recibimos en su momento con el adiós al 2019, nos las prometíamos felices, brindando por el venturoso nuevo año, al igual que se ha hecho con el recién estrenado 2021, lo que no pensábamos era en el suplicio que nos tocó vivir a todos los españoles en particular.

Por este motivo, dedico el encabezamiento de “Un año para olvidar”. Un año en que se rompieron todos nuestros sueños, personales, familiares, sociales, trabajo, ocio y un sin fin de sueños que se habían programado para el resto del venturoso 2020, que resultó ser un completo fiasco, algo así como decir que me han robado un año de nuestras vidas, con todos nuestros proyectos hechos añicos y sin vistas a un mejor planteamiento, que supuso desde marzo en que se nos confinó por vez primera en nuestra reciente historia, al calor de la primera oleada del virus, por no haber tomado la medidas adecuadas, pese a todos los esfuerzos realizados por los equipos sanitarios a fin de mitigar esta horrible pandemia.

Las cifras mortales según los varemos de la estadística, oscilan entre los cerca de 50.000 de la primera fase y los 66.000 de la segunda ola, aunque las cifras oficiales merman estas estadísticas, algún día sabremos la cifra real de las bajas causadas por esta descomunal pandemia, que aguardemos que con la vacuna en ciernes, su virulencia se pueda controlar y que todos volvamos a ser felices como lo éramos antes de esta catastrófica pandemia, que asolo con virulencia a toda Europa y otros muchos países de los cinco continentes.

De modo que hemos saltado del feliz 2019 al turbulento 2020 un año para el olvido colectivo, como si alguien nos lo hubiese sustraído de nuestras vidas, las ilusiones depositadas en el 2020 se vieron rotas y envuelta en una nebulosa tormenta de temor, miedo y desazón en el futuro, ahora después de tanto sufrir y precauciones que se han tomado, tanto, colectivas, como de forma individual, va siendo hora que en el 2021 recuperemos nuestra fe perdida y volvamos a tener un año lleno de proyectos venturosos que colmen nuestras necesidades y que sea el año que nos devolvió la felicidad hurtada, por un virus maquiavélico importado del gigante asiático chino. Algún día tendrán que dar explicaciones de este fraude social a la humanidad, hurtando su felicidad humana y social.

Ahora hay que tener esperanza en que la vacuna pueda doblegar al virus de esta horrenda pandemia y dejar a tras un año para el olvido, todo el mundo recordará el 2020, por lo mal que le ha ido en todos los aspectos, salud, trabajo, proyectos, viajes y un largo, muy largo etc. Por ello quiero ahora brindar por un nuevo año que se nos antoja venturoso y es para soñar en la recuperación de nuestros deseos y volver a ser felices como antes lo éramos. Siempre que no haya alguien que nos lo estropee, como aconteció con el 2020, empezó bonito y finalizó como una horrenda pesadilla, desde que se tuvo noticia del avance desbocado del virus de la pandemia que nos azotó con fuerza y obligó a cancelar todos nuestros sueños. ¡Un año para olvidar! En nuestras vidas.

Un año para olvidar

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