EL tierno herbicida Pablo Echenique –“soy muy del amor y esas cosas, pero la mala hierba hay que extirparla”– tuvo bolo el miércoles y se le ocurrió proclamar que la culpa de la debacle de Podemos en las elecciones catalanas era de los medios de comunicación. Su jefe, Pablo, antes Pablo Manuel, “Viva la Gente”, Iglesias actuó el sábado –el fin de semana es para las estrellas– y ofreció una versión diferente, pues asumió que ellos eran los responsables, por no haber sabido hacer bien las cosas. Menudo palo para el que ya es el brazo ejecutor de las purgas, pero nada en comparación con el que arreó a Garzón, no Baltasar, sino el tal Alberto, a quien ni se refirió en su discurso pese al pataleo que durante todos los días precedentes había protagonizado el comunista. ¡Qué se le va a hacer!