Vilalba quedó casi huérfana cuando unos ladrones robaron el busto de Fraga de la alameda de Basanta Olano. Ya tiene que pesar el busto de alguien a quien le cabía el Estado en la cabeza, incluso aunque sea obra de un escultor minimalista. Como no aparecía la pieza, el Ayuntamiento instaló una reproducción, que también sustrajeron unos delincuentes poco después. Pero una cosa es robar un cabezón y otra un cruceiro, que fue lo que hicieron con el de la iglesia de Liñares en Canido, allá por Vigo. O el jefe de la banda era el increíble Hulk o o ver quién fue.