Lo de la España de las dos velocidades, al final, va a dejar de ser un argumento retórico para convertirse en una realidad. Es al menos lo que piensa la ministra más gallega del Gobierno, Yolanda Díaz, que asegura que el Ejecutivo se plantea un regreso a la actividad con dos calendarios distintos. Uno fijado en el verano y otro cuyo horizonte se pierde allí por finales de año. Y es que parece que España va a poder comenzar a trabajar, pero lo de divertirse queda todavía muy lejos, ya que los sectores que más tardarán en regresar a la normalidad, en opinión de Díaz, son el turismo, la cultura o el ocio. El único problema es que, por ejemplo, el turismo no se trata de un sector cualquiera en este país. Su peso en el PIB es tan elevado que mantenerlo congelado durante otros ocho meses podría suponer un crack económico de dimensión tal que resulta muy complicado imaginárselo.