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 Vigo: enorme lío  electoral en el PPdeG

HAY marejada persistente por las aguas de la isla de San Simón, esbelto recinto sanitario y penitenciario recuperado por Manuel Fraga para el pensamiento etnográfico. Estos días sirve de remanso para caminatas meditabundas de los estilistas del PPdeG de la provincia de Pontevedra que hacen cábalas acerca de lo que más conviene al partido para la batalla electoral de Rande contra los artillados navíos de Abel Caballero. La marinería se mueve en la sombra con maquinaciones sobre la inconveniente influencia santiaguesa en los designios locales a la hora de buscar un candidato que plante cara a los socialistas en el feudo vigués. Un tal Chema Figueroa, con amplio historial de correrías de corso por cuenta propia, pretende que el dedo de Feijóo se pose sobre su testa, pero la vieja guardia teme que aparezcan papeles comprometedores que mancillen la designación. Al mando autonómico le gustaría contar con la conselleira de Facenda que aparece lastrada por una escasa relevancia peatonal en Vigo. El presidente de la autoridad portuaria también está en la agenda compostelana. En la apetecible entidad marítima han recalado y hecho el MIR promocional varios aspirantes a alcalde: Juan Corral, Corina Porro y Abel Caballero. El generoso presupuesto con que cuenta la institución permitió dispendios publicitarios que procuraron popularidad a los escogidos y el apoyo mediático correspondiente. El actual presidente domina el mercado del tráfico de cruceros pero sus aspiraciones concluyen en mantener un opíparo sueldo y disponer de coche oficial. La alternativa más repetida se refiere al exconselleiro y multimillonario Javier Guerra en el que perdura  el rencor amical con Feijóo por haberlo desterrado de la Xunta sin causas justificadas. Un lioso panorama que favorece los contubernios entre tendencias soterradas. Ni Rueda, ni Louzán, ni Pilar Rojo enseñan sus fichas, a la espera de que Feijóo tenga una revelación xacobea y muestre el camino… y el nombre.

 En Madrid confirman el cataclismo electoral del PP

LOS analistas madrileños, que manejan con buen criterio la brújula electoral y escuchan a diario los latidos cercanos de las inquietudes marianistas, no rebajan la gravedad del correctivo severo que tendrá el PP en las urnas primaverales y solicitan reparaciones que eviten ese vuelco. No escatiman críticas hacia los garrafales errores cometidos y calculan que el repunte de las rentas que experimentarán las familias cuando se enfrenten a las rebajas tributarias no será suficiente para anular el desengaño colectivo y el resentimiento por las desatenciones políticas. Si esto lo aseguran los oráculos más cercanos al PP habrá que tomarlo en consideración y preparar la cabeza y el bolsillo para después del cataclismo.

Por suerte, las perspectivas en Galicia no son tan pesimistas. Los politólogos profesionales que ejercen en las tres universidades y nos deleitan con sus esmorgas xornalísticas hablan del benéfico “efecto Feijóo” que hará de contrapeso para compensar el castigo general. ¿Será suficiente?

 La imputación no implica cese

EL ministro de Justicia se suma a la teoría general de la relatividad dimisionaria que determina que la imputación de un político no debe significar su cese en el cargo hasta que se abra juicio oral. Es lo que siempre ha explicado Feijóo, que añade el matiz de que si los hechos son abrumadores y se refieren a presunto enriquecimiento ilícito del encausado, habría que actuar sin demora. El PSOE está en la misma línea. Solo falta empezar a ejecutar el tácito acuerdo…

La tomadura de pelo de que fluye el crédito

MERECE un aplauso el lenguaje llano y directo con que se pronuncia en ocasiones Fernández Alvariño, presidente de la patronal gallega, que desde su particular atalaya viguesa acaba de defender la gestión de los pequeños y medianos empresarios castigada gratuitamente por culpa de Eres, Ertes, concursos de acreedores y suspensiones de pagos cuando en realidad la culpa es de la lacerante falta de crédito que semeja una tomadura de pelo colectiva. Los bancos alleos buscan atrapar sin disimulo los depósitos ahorradores de la clientela para llevárselos a territorios más seguros y rentables y no pierden el tiempo en escuchar las dramáticas peticiones de financiación para salvar los negocios y los puestos de trabajo. Alegan que no son entes benéficos… Ni las propuestas de hipotecas de inmuebles provocan la compasión de esas instituciones. En cuanto a lo que queda del mal llamado sector financiero enxebre, las motivaciones patrióticas son meras melodías publicitarias. Por otra parte, los organismos xunteiros dotados de capacidad legal, pero con poco dinero, capaces de apoyar con garantías la circulación de los euros tampoco atraviesan instantes estelares y los últimos escándalos que investiga la Justicia ralentizan los procesos concesionales. Un panorama que debe conocer al dedillo la Xunta y que no tiene visos de arreglo. Por eso es bueno que Alvariño insista en la denuncia aunque luego afirme, para quedar bien con las autoridades de la comunidad, que este año la economía gallega crecerá con fuerza…

 Sobran los Riazor Blues en Riazor

SE queja amargamente el entrenador Víctor Fernández de que cada nuevo partido que juega el Deportivo en Riazor es planteado como una final, en la que se dilucida la cabeza del míster. Las últimas tensiones de esa soga que aprisiona el cuello del técnico se han reducido por mor de escuálidas victorias que alejan al club de las simas del descenso. A la dramática cantinela dominguera por sumar puntos se une el sarpullido belicoso de los Riazor Blues que libran una lamentable guerrilla partidaria para hacerse con el control de las gradas del estadio a las que el linaje de los Lendoiro los mantuvo abonados. El resto mayoritario de la afición ha mostrado el sábado su hartazgo por el hostil comportamiento de esos siareiros de estraperlo con gritos de desaprobación. ¡Que se vayan de una puñetera vez!

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