Los curas advirtieron durante siglos de los peligros de la incontinencia y, al final, van a tener razón. Resulta que los jabalíes y los cerdos vietnamitas sucumben con facilidad a la concupiscencia, se aparean a lo loco y han dado origen a una raza híbrida denominada porcoril. Sus ejemplares, a los que ya se ha visto en las cuatro provincias, son un verdadero peligro para los cultivos, pues devoran todo lo que encuentran a su paso, pero como no son una especie cinegética su caza no está permitida y quien los abate se expone a una multa de hasta 6.000 euros. No obstante, la Xunta ya analiza el problema y estudia cuáles son las medidas adecuadas para contener a un bicho tan feo. O se empieza a sulfatar las cosechas con bromuro o estamos aviados.