VOLANDO voy, volando vengo, por el camino yo me entretengo. Camarón de la Isla popularizó esa rumba flamenca allá por 1979, una época en la que el cantaor de San Fernando volaba con mucha frecuencia. Fallecido ya hace 26 años, ese puesto de pájaro humano estaba desierto hasta que Pedro “La sonrisa” Sánchez lo ha hecho suyo. El presidente del Gobierno le ha cogido gusto a andar por los aires –en parte es lógico porque como eche pie a tierra durante un rato largo se expone a sufrir un traspié de los que hacen época– y se pasa horas y horas por los cielos. Y además haciendo ostentación. La próxima semana movilizará un helicóptero, un Falcon y un Airbus para ir a Valladolid, que está a una hora en tren de Madrid. ¿Quién paga? Pues los españoles. ¡Qué pena! Ya podía constituir una sociedad instrumental para abaratar esos gastos.