Dicen en Podemos que no votarán los Presupuestos sí Pedro Sánchez los pacta con Ciudadanos, pero es un farol. Podemos es Pablo Iglesias y el actual vicepresidente segundo del Gobierno -que nunca se ha visto en otra- sabe que el partido atraviesa horas bajas. Les aguarda un otoño con citas en los tribunales y crece la desafección del personal hacia su discurso populista. El batacazo sufrido en las elecciones gallegas dónde perdió a todos su diputados autonómicos ha sido el aviso que ha encendido las alarmas. Visto que Yolanda Díaz la ministra de Trabajo es gallega y había desempeñado un papel muy activo en el diseño de algunas de las medidas encaminadas a aminorar los efectos sociales de la pandemia -la ampliación del plazo de los ERTES o el Ingreso Mínimo Vital-, Podemos confiaba en rentabilizar el asunto.
Nada de eso sucedió ni en Galicia ni el País Vasco, instalando a Pablo Iglesias en la perplejidad. La propaganda, su mejor baza, le está fallando por lo que seguir en el Gobierno se convierte en prioridad irrenunciable. Todo lo que han dicho por fuera algunos de sus colegas, indignados en apariencia porque Pedro Sánchez había invitado a la conferencia del arranque de curso en la Casa de América a los empresarios del Ibex, son aspavientos llamados a salvar la cara populista de la formación. Iglesias sabe que los Presupuestos son el salvavidas de la legislatura, que Sánchez los necesita para dejar atrás definitivamente las cuentas de Cristobal Montoro y para ofrecer un plan económico presentable ante Bruselas, que es quien tiene que librar la próxima primavera los 140.000 millones de euros que permitirán aliviar el desastre económico que nos deja la pandemia.
La sobreactuación contra Ciudadanos es puro teatro. Los morados saben que, tal como está la situación en Cataluña, en puertas de celebrar elecciones, Sánchez no cuenta con los votos de ERC. Tiene que mirar hacia el centro y ahí es donde comparece Ciudadanos. La buena disposición de Inés Arrimadas le garantiza el apoyo que sumado al que ya tiene amarrado con el PNV y los partidos regionalistas, más el de Errejón, le permitirá sacar el Proyecto de Presupuestos antes de la fecha tope del 10 de octubre. Sánchez necesita a Iglesias pero Iglesias aún necesita más seguir en el Gobierno porque ése va a ser su único activo durante los dos o tres próximos años, visto que Podemos ha entrado en una fase de decadencia inocultable. Por eso creo que el veto morado a la negociación con Ciudadanos, es un farol.