La Organización Mundial de la Salud define la pobreza energética como la incapacidad de un hogar para satisfacer una cantidad mínima de servicios de energía para sus necesidades básicas y mantener la vivienda en unas condiciones de climatización adecuadas para la salud. Además, un mejor acceso a la energía de uso doméstico y modalidades más limpias de utilización están íntimamente relacionadas con varios Objetivos de Desarrollo del Milenio por su contribución a la lucha contra la pobreza, el hambre, la enfermedad o la degradación del medio ambiente.
Estamos ante una de las desigualdades del siglo XXI que afecta especialmente a los países de menor renta, pero que cada vez la sufren más personas en el llamado primer mundo por la incapacidad de pagar la factura de energía. En España se estima que la sufren el 11% de los hogares, más de cinco millones de personas.
Para solucionarla, la Asociación de Ciencias Ambientales propone actuar en el corto plazo para impedir el corte de energía en las estaciones frías a los consumidores vulnerables, compaginar medidas económicas, el bono social y facilidades de pago, con medidas sociales coordinadas entre Administraciones Públicas. A medio plazo, plantea un plan de rehabilitación de viviendas con financiación de las actuaciones, creación de una base de datos de hogares vulnerables con estadísticas específicas para su seguimiento o la educación y generación de una nueva cultura energética con una mejora de la información del consumidor.
Por otra parte, dedicamos una parte importante de los ingresos mensuales a pagar por la energía que consumimos. Más ahora, cuando las eléctricas nos quieren repercutir los 500 millones de euros del bono social en el recibo. Por tanto, urge que el Parlamento y el Gobierno adopten medidas inmediatas para solucionarlo y evitar cortes energéticos este invierno. También, entre las reformas del sector de la energía, hay que replantearse si la tarifa energética debe soportar todo el coste medioambiental cuando el consumo de energías fósiles es el mayor culpable.
Como vemos, estamos ante un problema complejo que requiere un enfoque adecuado.