LA principal crítica que se suele hacer a los gobierno de los emergentes (mareas en Galicia) es su inacción. Como si de aprendices de Rajoy se trataran, lo suyo es dejar los temas bajo montañas de papeles hasta que se pudran o, simplemente, se solucionen solos. En el Ayuntamiento de A Coruña, la palma en lo que se refiere a falta de actividad se la llevan tres concejalías. Concretamente las de Medio ambiente, Igualdad y Diversidad y la de Participación e innovación democrática. Sus responsables han tenido 24 sesiones plenarias para aportar algo para la ciudadanía y han optado por limitarse a votar lo que les mandaban y poco más. Ni un solo asunto, ni una sola iniciativa, nada que sirva un poco para justificar el magro sueldo que reciben. Y, mientras tanto, la ciudad languidece en lo bueno y avanza en lo malo. Por no hacer ni tan siquiera son capaces de conseguir algo tan simple como que las calles estén limpias.