LOS espanhois le llaman jugar a las adivinanzas; los gallegos, xogar ás adiviñas. José Blanco, el político que hizo en carrera en Galicia como Blanquito y en Madrid como Pepiño, podría expresarse en ambas lenguas, pues se maneja con la misma habilidad a un lado y otro de Pedrafita, incluso más allá de los Pirineos ahora que es eurodiputado. Acaba de demostrar esa destreza en una entrevista radiofónica, en la que al preguntarle si estaría dispuesto a asumir el liderazgo del PSdeG, respondió: “Nada es imposible, pero no tengo en mente liderar el PSOE gallego”. Vamos, que ni sí ni no, ni Blanco –que soy yo– ni negro.