Inviolabilidad, ¿una invitación para delinquir?

stoy seguro que los Padres de la Constitución no pensaban que éste artículo pudiera ser puesto en entredicho, 40 años más tarde. Pero las andanzas del Emérito así lo sugieren.
 Y es que, en mi opinión, la inviolabilidad debe afectar, exclusivamente, a todo aquello que se relacione con el desempeño de sus funciones políticas. No puede afectar a todas sus “hazañas”, porque la honorabilidad en el cargo se gana siendo éticamente correcto, y el que anda con tantas queridas como se le han conocido, y que, ahora, nos enteramos de las cuentas multimillonarias en Suiza, y a saber en cuántos otros paraísos fiscales más, es éticamente, y deseo que penalmente, incorrecto.
Acaban de publicar un manifiesto firmado por un montón de políticos que tuvieron cargos importantes, en defensa del rey emérito. Una de sus frases más comentadas, es que el rey modernizó nuestro país. ¿Entonces qué hicieron el parlamento y los distintos gobiernos durante tantos años? ¿Y la clase trabajadora? Alemania, Francia, Italia, Suiza, etc... no son monarquías, y avanzaron bastante más que España. Si cumplir con su deber al defender la democracia en el histórico discurso del 23F, merece tener patente de corso, ¿qué les queda al resto de los trabajadores que, de sol a sol, cumplen con su deber en la empresa todos los días? Hacen mención, también a la presunción de inocencia. En Suiza lo tienen bastante claro; aquí, se le aplicará el derecho a la inviolabilidad, y ya manifesté mi opinión. Aunque me queda por hacer mención a una de sus frases en Navidad: “La Justicia es igual para todos”. No se había leído la Constitución.
Cuando alguien sale en defensa de un golfo, automáticamente, se convierte en golfo.
   Fue nombrado por un dictador, y ahora se refugia en otra dictadura amiga. ¡Qué ironía!, ¿no?