asi no había terminado de entrar, cuando ya estaba saliendo el ex ministro Speedy Gonazáles Huerta, apodado “El Breve”. No como otros del PP a los que hubo que echar a patadas (Soria, p. ej.), y otros se quedaron; como Montoro, que, tras inventar una ley inconstitucional, la “amnistía fiscal”, nos costó un huevo de millones escaqueados a Hacienda y permitió a un chorrón de defraudadores fiscales  blanquear dinero negro con el visto bueno de Rajoy. Y a pesar de ser reprobado por el Parlamento, Montoro siguió en su puesto chupando de la canoa cuando, a mi juicio, debió pasar por la cárcel. ¿O es que ya no nos acordamos? Pero le doy la razón a ese intelectual del Partido Popular, Rafael Hernando, que dijo sobre Huerta: “La culpa no es de él, sino de quien lo nombró” ¡Claro coño; ahí, neno! Pero te olvidas de los chorizos que nombró Rajoy, al que había que aplicar el mismo cuento y, por simple multiplicación, debimos haberlo corrido a hostia limpia hasta la isla de Perejil.
C