uadro de honor, en efecto, para Galicia en las pruebas PISA, cuyos resultados correspondientes a la edición última acaban de hacerse públicos: por comunidades autónomas, líder en Ciencias y quinta en Matemáticas, muy por encima en ambas clasificaciones de la media OCDE. Baja ligeramente –dos puntos- en la primera de ellas respecto a la nota obtenida en 2015, pero gana cuatro en la segunda.
Como se recordará, hace unos días la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid pidió a la OCDE, promotora de las pruebas, que no publicase los resultados en Ciencias y Matemáticas porque, a su entender, las anomalías detectadas en Lectura también habían afectado a los de estas otras dos competencias. Por ello, los datos resultantes vendrían a no reflejar fielmente el rendimiento general de los alumnos madrileños.
Y tal vez no le ha faltado razón a la Administración educativa madrileña, porque de otra manera no se entiende mucho que una comunidad que siempre ha figurado en lo más alto del ranking quede ahora fuera de los puestos de cabeza. En Ciencias, por ejemplo, Madrid ha pasado de 516 puntos a 487, lo que la sitúa por primera vez por debajo de la media OCDE (489). Algo similar ha ocurrido en Matemáticas, con un descenso de 503 puntos a 486 (siete menos) y de nuevo por debajo de la media de referencia (489).
Bien es cierto que no ha sido un buen año para los resultados en Ciencias, donde el descenso ha sido más acusado respecto a la edición de 2015. Con mayor o menor intensidad la caída ha sido generalizada. Tan sólo el País Vasco ha obtenido mejor puntuación que hace tres años, aunque, eso sí, quedando en octavo lugar y por debajo de la media OCDE. Algo mejores en líneas generales han sido “las notas” de Matemáticas, donde la bajada no ha sido tan extendida.
No por nuevo deja de ser de interés la reincidencia de nuestro sistema educativo en uno de los déficits más comentados desde la primera edición de PISA: el corto número de estudiantes de alto rendimiento. Apenas un 7 por ciento de los muchachos participantes en las pruebas (36.000 en números redondos, de 1.100 colegios diferentes) ha conseguido alcanzar en Matemáticas el conocido como Nivel 5, el segundo más alto, mientras que en el resto de los países de la OCDE tal porcentaje llega hasta el 11. Nada que ver con los resultados de cuatro provincias chinas (44 por ciento), Singapur (37) o Hong Kong (29).
En Ciencias los alumnos españoles de alto rendimiento representan un 4 por ciento, mientras que la media OCDE casi dobla el resultado: un 7 por ciento. No obstante, los resultados tanto en una como en otra competencia son muy parecidos a la media europea en lo que respecta a aquéllos que alcanzan al menos el nivel básico. Mucho consuelo no es.