UNA SOCIEDAD MÁS JUSTA

Un buen amigo de la capital me comentaba que no se cansaba de aconsejar a sus hijos, que se encuentran todavía en edad escolar, que se preparasen académicamente en nuestro país, sin necesidad de que saliesen al extranjero, trabajando en España y arrimar el hombro para crear otra sociedad mucho más justa que la heredada de nuestros padres y que nos llevó a la actual crisis económica y de valores.

Me alegra saber que todavía quedan buenos profesionales que prefieren quedarse en su país para tomar parte activa en el trabajo por el futuro bienestar de sus conciudadanos, sin pensar única y exclusivamente en su propio bienestar personal.

Estas son las personas que llevarán adelante el cambio que nuestro país y el resto de los 26 países de la Unión Europea necesitan, dando prioridad a los ciudadanos y al esfuerzo colectivo en contra del enriquecimiento fácil y los especuladores sin escrúpulos.

Todos tenemos la responsabilidad de aprovechar estas próximas décadas para transformar la sociedad, cambiando ciertas estructuras arcaicas e injustas en favor de la justicia social y del bienestar general de la población.

Los ciudadanos tenemos la última palabra y de todos nosotros dependerá la felicidad de las futuras generaciones.

UNA SOCIEDAD MÁS JUSTA

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