GALICIA 1900

A veces me he preguntado de dónde sacaron nuestros abuelos, la generación actual diría nuestros bisabuelos, la energía y la capacidad para salir adelante. En muchos casos no lo tenían nada fácil, y sin embargo no fue una generación de cobardes, tampoco de ignorantes aldeanos como determinadas visiones nos querrían hacer ver. Es difícil generalizar y cada uno tendrá sus referencias, pero es indudable que hace cien años la vida en Galicia, igual que en muchos otros lugares de la Península, y aún de Europa, estaba muy atrasada o así lo parecería desde nuestra perspectiva.
Hay una visión romántica y sentimental que sin duda responde a la idiosincrasia de nuestros mayores, cuyo amor a la tierra era y es incondicional, por encima de dificultades y pobrezas. Pero también hay una realidad, hasta cierto punto sorprendente, que nos muestra los valores y las capacidades de aquellas generaciones que vivieron entre finales del siglo XIX y principios del XX.
No me estoy refiriendo, en este caso, a la enorme importancia que tuvieron los protagonistas y los planteamientos del llamado rexurdimento, enmarcados todavía en pleno siglo XIX. Antes y después de este movimiento, siempre hubo en Galicia una vida cultural bastante reseñable, aunque  no siempre tuviera connotaciones necesariamente regionalistas.
La que representaron Feijóo y Sarmiento todavía en el siglo XVIII puede considerarse de carácter ilustrado y elitista, algo extraña a lo que podríamos llamar cultura gallega propiamente dicha. Sin embargo, a principios del siglo XX nos encontramos con algo muy distinto, por una parte la deriva nacionalista con As Irmandades de Amigos da Fala y la llamada generación Nos, que aportó a nuestra cultura una enorme riqueza de carácter literario, histórico, etnográfico y artístico, por enumerar sólo algunos aspectos.
Por otra parte, no menos importante aunque peor conocida, quizá por no tener caracteres estrictamente nacionalistas, la capacidad que tiene Galicia de generar personalidad verdaderamente relevantes a nivel internacional. Y no me refiero a los ámbitos académicos y ni siquiera eclesiásticos, sino a gentes, a veces autodidactas, que demuestran aptitudes intelectuales muy significativas.
A modo de ejemplo, no deja de ser interesante que de un lugar tan relativamente pequeño como Vilanova de Arosa, procedan Valle Inclán o los hermanos Camba, escritores de renombre internacional, aunque sin demasiada cabida en los manuales de nuestra reciente historia oficial.
Quizá escribir en castellano o tener que vivir fuera de Galicia, aunque a veces representándola, les excluya  de esa consideración oficial. En todo caso, como diría el recientemente desaparecido Enrique Beotas, formarían parte de la sexta provincia.

GALICIA 1900

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