Silvio Berlusconi, o el que dice ser Silvio Berlusconi, porque le pasa como a Paula Vázquez, se ha metido tal sobredosis de cirugía estética y de bótox que no se parece en nada al de hace unos años, se resiste a marcharse. Sus buenos tiempos, cuando hacía fiestas con chicas de “bunga bunga” en su mansión, ya quedan muy lejos, pero él continúa tratando de mangonear en la política italiana. Levantada la inhabilitación que pesaba sobre él, a sus 82 años ha desvelado que se presentará a las elecciones europeas. Eligió el sur de Italia para hacer el anuncio y hay quien se pregunta por qué no lo hizo en Egipto, donde saben tanto de momias.