LA labor de Rocío Fraga en el ayuntamiento es un poco incongruente de más y ya desde el inicio, pero, claro, a quien le regalan la concejalía de Igualdad y Diversidad –¿alguien se puede imaginar un departamento de Impuestos y Evasiones?– ya la predisponen para ello. Si después, pacifista convencida como es, la ponen al frente de la Policía Local, es lógico también que un desalojo, como el de la Comandancia de Obras, que iba a ser “ommmm” acabe en “ayyyy”. Y ya puestos hasta que se haya multado a los conductores que hicieron sonar la bocina de su coche para jalear a los okupas durante sus protestas. Por cierto, a cien pavos del ala la sanción. Aún dirá que eran policías nacionales infiltrados que trataban de calentar más a los antisistema. Tiempo al tiempo.