“Galicia canibal”, canción estandarte de la movida gallega de los años 80 sigue haciendo de las suyas en formato de “Musical” cubriendo de nubarrones a la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) agitando, una vez más, a esta entidad por el contencioso entre su presidente, Antón Reixa, y el dimitido por la vía rápida –despedido– delegado de la zona Noroeste, Juan Carlos Fernández Fasero, a los seis meses de su nombramiento.
En el fondo de este affaire subyace la subvención de142.665 euros que en su día la Asociación Galega de Industrias Culturais (Agadic) concedió a Filmanova Invest, la productora de Antón Reixa, destinados a financiar la gira madrileña del musical “Galicia Caníbal”, siendo presidente Fasero. ¡Vaya movida...! Al conocerse esa subvención, la oposición a Reixa dentro de la SGAE, que es minoría, se “cheiró” que el nombramiento de Fasero venía a cambio de los “favores prestados” y empezó el oleaje de desprestigio hacia el presidente, que decidió –o le hicieron decidir para que la tantas veces cuestionada SGAE no sufriera más deterioro en su imagen– por la vía rápida destituirlo de su cargo, cuando aún no había ni calentado el sillón de su despacho, para acallar el descontento en un intento de lavarse las manos.
Eso sí, dejando constancia de que él no tuvo la última palabra en la contratación del exdelegado ni tampoco en el despido. Pero Fasero no se achantó y empezó a largar. Primero, para dejar claro que la subvención a Filmanova por parte del organismo público había sido lícita y concedida antes de su incorporación a la SGAE metiendo presión al desvelar que el hoy presidente de la sociedad de gestión de derechos de autor recibió ayudas de Agadic en 2009, 2010 y 2011 también, así como en años anteriores a su llegada a la dirección del organismo de la Xunta.
Dicho esto, manifestó públicamente que Reixa mentía sobre su contratación y despido. ¡Jei Carballeira! ¡Fai un sol de carallo! Y así andan uno y otro en plena “movida”, con dirección al juzgado, mientras los socios de la SGAE esperan un rayo, o más de uno, que disipe los nubarrones de la polémica que una vez más encapotan la gestión de esta entidad.