Mucho cambiaron las cosas en lo que a la educación de los hijos se refiere. Aquellos tiempos de la letra con sangre entra están, afortunadamente, superados. Sin embargo, hay quien asegura que estamos siendo demasiado blandos con nuestros hijos, que acaban imponiendo su dictadura y convirtiendo a los progenitores en sus esclavos. Y, precisamente entre quienes están en este grupo prolifera la idea de que una torta a tiempo puede evitar muchos problemas en el futuro. Ojo, nadie habla de una paliza, que entre un cachete y saltar dos dientes de un puñetazo hay todo un mundo. Y eso es lo que debió pensar una madre de Santiago, que ante un menor enrabietado le dio un bofetón y se lo llevó a su habitación. Ahora un juez ha decidido que tendrá que estar seis meses sin poder acercarse a su hijo, además de tener que prestar treinta días de trabajos comunitarios que, si no cumple, la podrían mandar a la cárcel.