LUCAS “Buah, neno” Pérez vuelve a casa para recuperarse de su lesión –¿es o no la sanidad española un ejemplo para el mundo?– y demostró que se va integrando en Londres. Ya habla inglés –con los españoles y con los sudamericanos que juegan en el Arsenal– y lo demuestra –“Jau du yu du?”, “Cenquiu”–, pero no deja de pensar en kuruñés: “El Depor va a seguir creciendo”. La legión blanquiazul está feliz con sus ánimos, pero preferiría que él siguiese en el equipo, aunque eso supusiese seguir siendo tan pobres como antes de su traspaso. Entre la miseria económica y la miseria goleadora, casi es preferible “disfrutar” de la primera que sufrir la segunda.