La pareja líder de Podemos, debe padecer ambliopía, en la justificación de la compra de su mansión, teniendo en cuenta los antecedentes vertidos a todo el que decidía adquirir algún bien oneroso, a los que acusaban de ser amorales. Claro que las posibles adquisiciones no las efectuaban dichos líderes y por tanto se creían con derecho a todo. Es lo que tiene el privilegio parlamentario, se puede acosar al contrario y no suceder nada, cuyos privilegios deben desaparecer en el buen nombre de la sociedad.
¿Qué ha cambiado en la ideología de ambos líderes? Quizás nada, o tal vez, carentes de ella, solo hacía valer un razonamiento equivocado nacido del populacho en chaquetear, él haber llevado a efecto esa compra, es un equívoco. La política debe ser al servicio del ciudadano y no lucrarse en política, para vivir de lujo a cuenta del sacrificado contribuyente. No se elige a los políticos para que lleven una vida lujosa, sino para que solucionen los problemas de sus votantes, en mejorar sus condiciones de vida y sobre todo económicas.
Muchos de aquellos militantes resultaron críticos con dicha compra, pero seguramente los votantes serán todavía mucho más críticos, en una adquisición de más de 650 mil euros, cuando existen miles de ciudadanos, cobrando sueldos de miseria y pensiones que no llegan para sobrevivir dignamente. Echando por tierra todos los esquemas en que se basaba la ideología de la cúpula de podemos. Esta circunstancia puede tener graves consecuencias en las próximas citas electorales.
La segunda parte, es la pretensión de Iglesias de obtener otro condominio con el nuevo presidente del Gobierno Pedro Sánchez, al que acusa de no haberse acordado de él para formar el gobierno, al que según sus indicios, le prestó su apoyo, para que fructificase la moción de censura. Lo que demuestra una vez más las ansias que persigue en llegar al poder, sin aclarar los motivos, nadie en el partido socialista, le pidió su voto favorable, lo dio con magnanimidad y eso es loable, lo que no se puede es decir días más tarde que piensa cobrar la factura por no haber hablado el líder socialista con él para la formación del nuevo gobierno, en el cual Iglesias aspiraba a ser posiblemente el fututo vicepresidente del gobierno español. Algo que no pasó por la mente de Sánchez en ningún momento.
Los condominios políticos no suelen acabar bien casi nunca, debido a que el divorcio se manifiesta enseguida y en este caso apenas duro lo que dura una cita circunstancial de negocios, en los que no había nada que tratar. Así las cosas, los líderes de podemos, deben evitar que los ciudadanos mal interpreten sus posturas y se acerquen a la realidad de un pueblo que desea la paz social y lo que no quiere es el enfrentamiento político y la división del país y sobre todo cuando se genera odio, al no estar de acuerdo en los postulados y si en contra de todo lo que se mueve, la política es algo más de; estas con migo ó contra mí, es una relación de diálogo y acercamiento a la sociedad que les ha votado, de lo contrario, los votos vuelan en el miedo y desaparecen por encanto. Dejen que Pedro Sánchez, haga su trabajo, cuenta con 84 diputados. Ver para creer.