Perplejidades

No es por amolar, pero después de oír aquello de peras y manzanas, un asunto frutícola que llevó al PP a petar ante el Constitucional, viene don Paco a pedirnos que mezclemos al PSOE y al PP para hacer así una macedonia que, imagino, el domingo sería dulce, el miércoles sabría a cuerno quemado y el jueves resultaría  intragable…
Y es que si usted tiene memoria, además de sentido común, amigo lector encontrará enseguida la diferencia entre estas peras y manzanas que, así está, en el caso de una de las dos, su presente… su futuro, que no tiene nada que ver con su pasado y que solo tiene futuro si, en lugar de injertos, crece fiel a sus principios que, precisamente, son contrarios –en color, olor y sabor– al otro fruto, por mucho que se empeñe el jardinero infiel, en pedirle peras al olmo… 
Pero la semana nos deja más casos que producen perplejidad: el señor Obiols, azote en su día de inmigrantes, pobres y rojos, afirma tener fe en el voto oculto… lo que quiere decir que los que le votan lo hacen a escondidas y con la nariz tapada…
También te deja perplejo que, a estas alturas de la película, la Púnica siga cobrando piezas entre los “peperos” madrileños hasta llegar al número tres de la comunidad, donde los niños estudian historia en unos libros donde se compara a la Espe con Isabel la católica o con Napoleón… Así que peras y manzanas ¿eh? 
Donde hay de todo, en ese cesto con el que carga el PP de Mariano, es el asunto Bárcenas. Ahora le abren un expediente por posible fraude en el contrato y el despido en diferido del que fue tesorero, gerente y senador del partido al que Forges bautizó como “Afabanda Popular” .
Aquí al lado ya mezclaron, en asuntos tan importantes como la salud, peras y manzanas con eso de externalizar, a mayor gloria de la iniciativa privada un servicio que paga el público. Y dicen los médicos, los enfermos y el público en general, que el asunto no funciona pues sale más caro y ofrece peores resultados: hasta cuatrocientas incidencias diarias  según denunció en la tele uno de los médicos de centro Álvaro Qunqueiro…
El hecho de mezclar cosas –peras y manzanas, mentiras y medias verdaderas– nos conduce a un plato incomible. El que no sirve cada día el cheff Mariano. 

Perplejidades

Te puede interesar