Para obstentar cargos públicos hay que ceñirse a la naturaleza de las cosas, es decir, los cargos públicos nacieron para gestionar bien los intereses de quien les paga. No tiene sentido que partidos políticos se sustituyan unos a otros en la gobernanza y apliquen los mismos métodos, vicios que critican desde la oposición, como fue en el caso de los incendios sin diferenciarse unos de otros. Por ello propongo varias actuaciones a saber:
1) Hacer un plan forestal ordenando las plantaciones, para poder limpiar las máquinas entre las filas de los árboles. 2) Que se hagan cortafuegos y se limpien, e incluso que se instalen aspersores. 3) Que se incentiven a parados para vigilar los incendios. 4) Que se transformen, y en parte, se eliminen las infraestructuras de alto coste, aviones y helicópteros, reinvertiendo en prevenir incendios. 5) Que se instalen plantas de biomasa para producir energía eléctrica y calefacción. 6) Que se haga un concurso abierto de estas propuestas para mejorarlas y desarrollarlas con eficacia y transparencia. Así creamos una cultura de cariño al monte.
Tenemos las montañas y sus laderas de Galicia cada vez más calvas. Si ponemos estas propuestas en práctica acabaremos con los incendios, los pirómanos y con todas las sospechas que haya detrás. Puedo demostrar, in situ, que una vez limpios, las hojas de los arboles que caen, no dejan crecer la maleza debajo. El fuego empieza por la maleza y sigue en las ramas que aumentan la capacidad de combustión, por eso, hay que podarlas hasta lo más alto del árbol posible. Con ello no solo evitamos esos enormes incendios, también creamos riqueza aumentando la produción de madera y la económia del campo, de la enorme Galicia rural que necesita recursos para desempleados, al tiempo que nos beneficiamos de un medioambiente para la calidad de vida en otros sectores como el turismo.