A poco más de dos meses de entrar en la mayoría de edad, el ferrolano Bruno Martín –Valdo School–, ya cuenta en su palmarés con un oro y una plata mundial en su franja de edad, la junior –como resultados más destacables, además de otro buen botín en citas estatales–. Dos preseas separadas por 24 meses, logradas, la primera, cuando el local contaba con 15 años y, la segunda, hace solo unos días, de nuevo en tierras portuguesas.
Martín se hizo con la segunda posición en el Campeonato del Mundo de bodyboard que se celebró en Viana do Castelo, en una cita en la que solo el francés Nicolás Capony fue capaz de doblegar al “rider” departamental. Una segunda posición que para el local cobra todavía más valor tras el cambio de formato del Mundial y, en el que, a pesar de esta transformación, Martín sigue siendo uno de los mejores.
Con solo 17 años, ya sabe lo que es estar en un podio mundial, y varias veces además. ¿Cómo lo ha vivido?
Lo que pasó anteayer –por el domingo– fue un broche de oro, estoy muy contento. Tuve la suerte de ganar hace dos años, ganar una prueba, que no era lo mismo, entonces era un circuito, ahora es competición única.
¿Y cómo le gusta más, circuito o prueba única?
Está claro que a más pruebas... creo que al final es un poco más fácil, no hay una concentración de tanta gente buena en el mismo campeonato, hay gente que no va, por ejemplo, a las pruebas de Sudamérica, Brasil, Chile... había mucha menos gente. Pero el haber conseguido este resultado a campeonato único, le doy más valor que habiéndolo logrado en el circuito.
Y sabiendo esas circunstancias, de que era solo una competición, ¿iba con el pensamiento de pelear por el podio?
La verdad es que lo veía lejos. Había un gran nivel, pero entrené durante todo el verano bastante fuerte, en Valdoviño, junto a mis entrenadores Brais González e Iván Manso, y me sentía preparado. Cuando llegué allí, a medida que fueron pasando las rondas, a medida que fui surfeando, mostré mi mejor surf yo creo durante el campeonato, y allí ya que me vi con posibilidades.
Además, parece que Portugal le trae suerte –el triunfo en la prueba mundial de 2015 lo logró en Sintra–, ¿no cree?
Lo cierto es que me gusta ese sitio. En Viana do Castelo ya había ido y ganado un campeonato local el año pasado, con buen nivel de competidores, y la verdad es que me siento muy a gusto compitiendo en esa playa, tanto con condiciones grandes de mar, como pequeñas.
¿Entrenar en Valdoviño le ha curtido para todo tipo de pruebas?
Creo que ese fue uno de los factores más importantes. Yo siempre surfeaba en Doniños, es una ola muy buena, siempre el mismo tipo de condiciones de olas, de izquierdas largas, y entrenar en Valdoviño me ofreció todo tipo de condiciones. Desde olas pequeñas, con muy mal viento, el mar muy revuelto... hasta condiciones de olas grandes, como las que entrené y pude disfrutar el último día de competición, que fue como estuvo el mar.
¿Y le queda tiempo para mucho más, además de entrenar, estudiar...?
Ahora estoy cursando Economía en A Coruña, no había podido ir a clase, he ido hoy –por ayer– por primera vez, pero bien, hay que ponerse las pilas en ese sentido. La verdad es que lo compagino bastante bien. Entreno cinco días a la semana en bodyboard, dos en físico fuera del agua, clase por las mañanas... pero al final siempre hay tiempo para, bueno, hacer lo que hace un adolescente, estar con los amigos, tomar algo... siempre hay tiempo para todo.
Para el año que viene cambia de categoría, ya será sénior ¿cómo ve el paso?
Sí, el año que viene ya soy absoluto. Suelen decir que el paso de junior a Open es de lo más complicado, necesitas unos años de adaptación, mucho entrenamiento para estar ahí, el nivel aumenta mucho, al final ya son profesionales, viven de esto, y para estar ahí hay que esforzarse mucho y entrenar mucho, mucho.
Un salto que dará con una amplia y exitosa trayectoria, tendrá que seguir y conseguir mantenerse, ¿no?
Sí, empecé temprano, con siete años creo que cogí mi primera ola, pero lo tuve que dejar durante unos años, y hace siete es cuando me lo tomo más en serio, ya empiezo a competir, a ir forjando el camino para lo que llegó ahora. Al principio hacía bodyboard, pero quería siempre coger la tabla, pero era pequeño y no me dejaban. Luego cogí la tabla durante unos meses, pero no resultó lo mismo, igual, no sé, igual era muy malo –dice entre risas–, y no fue lo mismo que haciendo bodyboard, y ya dije que este iba a ser mi deporte.
¿Y qué le dijeron sus entrenadores, familia, amigos... después de lograr el subcampeonato del mundo?
La verdad es que fue increíble, no solo mi familia y mis amigos, mis entrenadores estaban supercontentos, no solo eso. Fueron todos los mensajes que recibí, de muchos amigos de todas partes de España... gente del extranjero, Perú, por ejemplo. Eso fue lo que más valoro, obviamente junto con las personas que siempre están a mi lado y que me apoyan, también los mensajes de fuera, que se reciben también muy bien.
Y, además, para este campeonato no estaba solo, tenía un buen compañero, Unay Ameneiros
–Se ríe– Sí, llevaba al “enano”, es como mi hermanito pequeño. Siempre estamos picándonos, tanto en el agua como fuera, y eso hace, probablemente, que mejoremos los dos mucho. Entreno con él todos los días y, la verdad, es que hizo un gran resultado para tener doce años, tiene que estar superorgulloso, avanzó hasta la ronda seis, se quedó simplemente a una del premio en metálico. Para mi es un lujo entrenar con él siempre.
¿Se ve un poco reflejado en él cuando tenía su edad?
La verdad es que sí. Cuando empecé me encantaba, y me encanta, vivía por y para el bodyboard, y lo veo en él también. Veo que es un chico que le encanta estar en la playa, le encanta surfear, pasar el tiempo con los amigos de la playa y, claro, lo veo que cuando está allí es feliz, y que disfruta, que eso es lo más importante.
¿Y qué tiene próximamente marcado en rojo en el calendario?
Queda el Campeonato de España, en Canarias; un par de pruebas europeas, Zumaia y otro en Canarias, al que no se si acudiré por temas de estudios, y quedará una de mis pruebas favoritas del Circuito Nacional, que es la de Doniños, en octubre. La verdad, es la playa en la que más he surfeando en mi vida y me encanta competir allí
Supongo que le gustaría redondear el año con otros podios...
Sí, la verdad es que el gran resultado del año yo diría que está hecho, pero hay que seguir centrado en los campeonatos que vienen e intentar darlo todo para conseguir más.