Navantia y sindicatos recuperan la paz social para negociar el plan estratégico

Navantia y sindicatos recuperan la paz social para negociar el plan estratégico
Una de las mayores transformaciones del astillero será adaptar sus instalaciones a los requerimientos de la Industria 4.0 | jorge meis

Navantia comenzará a perfilar su nueva hoja de ruta el próximo año tras el desbloqueo del conflicto social que se mantenía desde hace años entre los sindicatos y la dirección de la empresa. El anuncio del pago de las asimilaciones pendientes –ascensos automáticos– y en general la nueva sintonía entre la parte social y la cúpula de la compañía, han dado paso a un nuevo escenario en el que urge definir el futuro industrial del astillero.
Así, la Coordinadora Unitaria de los Comités de Empresa y los máximos responsables de Navantia mantuvieron ayer una reunión en la que se trasladó a los sindicatos la intención de convocarlos el próximo año para el inicio de las negociaciones del Plan Estratégico 2018-2022, “con el objetivo de impulsar su competitividad y asegurar el futuro de la empresa”, explicaron desde el astillero público.
El objetivo es “reforzar la eficiencia y viabilidad de la compañía, potenciando su impacto sobre las áreas económicas donde se ubican sus astilleros”. Para ello, insistieron desde la dirección, se requiere que “la empresa y sus trabajadores cambien y se adapten a las nuevas necesidades del mercado” y consideraron que lograr “un plan consensuado es la mejor solución para la empresas, sus trabajadores y sus zonas de influencia”.
Esta negociación se llevará a cabo en durante este próximo año con el compromiso de la representación de los trabajadores de realizarla en una situación de normalidad laboral, sin medidas de presión. “Se necesita la responsabilidad de toda la plantilla y el compromiso por el futuro de la empresa, superando las posiciones del pasado”, explicaron desde Navantia.  Un mensaje que también puso de manifiesto ayer la sección sindical de CCOO en la factoría de Ferrol. En un comunicado, el sindicato explicó que consideran “cerrada una etapa oscura y complicada” en la que los ceses del anterior presidente, José Manuel Revuelta, y la directora de Recursos Humanos, Juan María Fernández o el nuevo modelo organizativo fueron claves para dejar atrás los constantes conflictos laborales.

Viabilidad económica
En la reunión, los responsables de Navantia destacaron que el éxito de este plan estratégico determinará la viabilidad de la compañía, que cerró el pasado año con 230 millones de euros de pérdidas.
 La nueva hoja de ruta se asienta en un plan comercial y de operaciones con el que se pretende aumentar los ingresos a través de nuevos contratos con el Ministerio de Defensa, prioridad para la compañía por su carácter estratégico. En este sentido, la asignación definitiva de una partida presupuestaria por parte del Gobierno para formalizar el contrato de construcción de las F-110, despejaría en gran parte ese horizonte.
Además, otro de los propósitos del plan es incrementar la exportación militar, los mercados civiles de oportunidad –en el caso de Fene con una apuesta decidida por la eólica marina–, junto a la actividad de los negocios de sistemas, reparaciones y la división australiana. Las previsiones de la compañía pasan por generar durante este periodo una cartera de pedidos superior a los 11.000 millones de euros, con la mirada puesta en Arabia Saudí y, especialmente, en Australia.
Otra de los objetivos es implementar un programa de eficiencia operativa con una nueva organización, buscando mejorar la productividad, así como la transformación digital de toda la empresa hacia el Astillero 4.0.

Nueva etapa
Los comités de empresa de la ría  dieron traslado a los empleados de la nueva etapa que se abre tras el compromiso de la compañía de consolidar el nivel salarial y su regularización, así como el abono de un anticipo a cuenta de los atrasos pendientes desde 2014.
Esto, pondrá fin a las medidas de no colaboración iniciadas meses atrás por las plantillas y que, de forma más significativa, supusieron el retraso en la botadura del BAM “Furor”, cuya superestructura y su palo siguen sin ensamblarse al resto del buque. En los próximos días podrían colocarse finalmente estas dos secciones para realizar nuevas pruebas de mar del barco. l

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