Italia ya es el país del mundo con más víctimas mortales por el coronavirus, un total de 4.032, superando a China, el lugar donde se originó la pandemia, y el Gobierno puede aprobar ampliar las restricciones de movimiento más allá del 3 de abril y endurecer las prohibiciones, con el fin de que los contagios no se sigan multiplicando.

Las últimas cifras sobre la pandemia en el país transalpino, las correspondientes a la jornada de ayer, mostraron que los contagios no se paran, con más de 47.021 personas que han dado positivo y 627 nuevos fallecimientos en tan sólo 24 horas. La única parte positiva la marcan los 5.129 pacientes que han sido dados de alta.

El presidente de la región de Lombardía, una de las más afectadas por esta crisis, Attilio Fontana, presiona al Ejecutivo de Giuseppe Conte para que se endurezcan las normas de aislamiento social que tienen confinados a los italianos desde hace casi dos semanas, y pidió el despliegue del Ejército en sus calles.

“La presencia de los militares tiene un gran efecto de disuasión. Uno se lo piensa dos veces antes de salir a la calle cuando ve pasar una patrulla del ejército”, dijo Fontana, en una entrevista.

El despliegue del Ejército es una de las solicitudes que los presidentes regionales y alcaldes pusieron sobre la mesa del primer ministro para que se aprueben restricciones más drásticas que obliguen a los ciudadanos a quedarse en casa, ante las constantes denuncias de que mucha gente se salta las normas.

El ministro de Defensa, Lorenzo Guerini, confirmó la “plena disponibilidad” para que los militares participen en la gestión de esta emergencia.

Más estrictos

La petición se hace porque demasiadas personas siguen circulando sin motivo valido por las ciudades por lo que la región italiana de Lombardía solicitó el despliegue del ejército en sus calles para garantizar que la gente se quede en sus casas y contener así la propagación del patógeno.

También la alcaldesa de Roma anunció que desde este fin de semana se colocarán más puestos de control en las calles de la capital italiana y todos los vehículos serán detenidos para comprobar adonde se dirigen sus ocupantes.

Conventos

Dos conventos de Roma fueron aislados después de que unas sesenta religiosas hayan resultado contagiadas con coronavirus, según confirmó durante la jornada de ayer la Consejería de Sanidad de la región del Lacio (en el centro del país), que inició un estudio epidemiológico.

Uno de los conventos es del Instituto de las Hijas de San Camilo, en el barrio romano de Anagnina, en la periferia sur, donde 40 monjas dieron positivo en coronavirus. Solo una de ellas fue hospitalizada cuando el pasado jueves llegaron los primeros avisos desde esta comunidad, dedicada a la asistencia de enfermos, pero la confirmación llegó ayer.

El otro caso es el Instituto de la Congregación de las Hermanas Angélicas de San Paolo, donde 19 de las 21 religiosas que lo habitan resultaron contagiadas por el coronavirus. l