Galicia presentó ayer unos datos de incidencia del coronavirus que revelan que la situación es “estable” y con una “cierta tendencia descendente”, en un contexto en el que las ciudades permanecen con el nivel máximo de restricciones que decretó en esta segunda ola la Xunta.
En el escenario analizado, tras la reunión del comité clínico del que informaron varios representantes de la comisión de expertos junto al conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña. En la rueda de prensa se constató una mejoría de Santiago, A Coruña y Ourense, así como una evolución favorable de Lugo y Ferrol e incluso Vigo; frente a Pontevedra, que sigue preocupando.
Precisamente, en la reunión del subcomité clínico del próximo viernes, se analizará la situación de las ciudades que mejor evolucionaron, al respecto de lo que el conselleiro señaló que “se encuentran más cerca del objetivo” que contemplan en el borrador de criterios para la desescalada de los ayuntamientos.
En este sentido, Sanidade prevé que las medidas de restricción más elevadas se puedan suavizar cuando, entre otros criterios, en los últimos siete o diez días la incidencia acumulada se haya mantenido por debajo de los 100 casos por 100.000 habitantes.
De hecho, este fue el criterio que, según explicó la doctora Carmen Durán Parrondo, se empleó para levantar el máximo nivel de restricciones a los ayuntamientos de Verín, Amoeiro y Coles, en la provincia de Ourense; Monforte, en la de Lugo; Boqueixón, Val do Dubra y Trazo, en A Coruña; y Campo Lameiro, en Pontevedra.
Todo ello el día en el que el número de contagios registrados oficialmente ya supera los 50.000 casos y el de muertos se acerca a los 1.200 desde el inicio de la epidemia en Galicia.
Más de 40.000 personas superaron la infección de coronavirus, pero todavía hay más de medio millar de enfermos ingresados en hospitales gallegos, casi un centenar en terapia intensiva en las UCI, mientras más de 8.000 personas permanecen confinadas en sus hogares, según las cuentas hechas públicas por la Xunta.
De cada diez fallecidos por el Covid-19, ocho son personas mayores de 65 años, que representan una cuarta parte de la población gallega y que son los más vulnerables a la enfermedad. Entre los 1.170 fallecidos por la epidemia, 501 están vinculados a residencias de personas mayores.
A esas cifras hay que añadir 434 usuarios de residencias de mayores y de centros de discapacidades y 206 profesionales, así como 1.158 alumnos y profesores.
En el día de ayer, Galicia regresó a la senda alcista con 531 nuevos contagios en las últimas 24 horas, 186 más que el martes, de los que casi la mitad, 246, corresponden al área de Vigo. Asimismo, se notificaron tres fallecimientos, lo que eleva el total de víctimas a 1.173, pero constituye la cifra de muertes más baja desde hace casi un mes.
Por su parte, los hospitalizados experimentaron un nuevo descenso ayer hasta los 531, una caída que no se deja notar en los ingresados en UCI que cuentan con un paciente más y son ya 97.
Mientras, las residencias contabilizaron 599 casos activos, de los que 405 son residentes y 194 son trabajadores, al registrarse 2 fallecimientos, 10 positivos y 58 altas en 24 horas. También descienden a 1.158 los casos en los centros educativos, pero las aulas cerradas suben a 37.