La mesa de contratación celebrada ayer para la prestación de servicios de vigilancia y seguridad para las instalaciones de FIMO y Porta Nova dio cuenta de que la adjudicación ha quedado desierta.
Como explicó el alcalde y concejal de Economía, Jorge Suárez, el procedimiento abierto no recibió ninguna oferta, por lo que se pasó a la realización de un proceso negociado para el que se invitó a participar a un total de seis empresas. Ninguna de estas aceptó las condiciones del contrato, por lo que el servicio continúa sin adjudicatario.
La solución pasa a hora, como explicó el primer edil, por, además de sacar un contrato conjunto para todos los centros e instalaciones de Ferrol, buscar una vía paliativa para poder hacer frente al servicio en estos dos edificios municipales.
De este modo, se trabajará en la licitación de un contrato menor para que “o servizo non quede ao descuberto”, aclaró Suárez.
La razón por la que ninguna firma ha presentado oferta es, al parecer, que los costes del contrato no se ajustan a la oferta que plantea el Concello, por lo que, como reconoció el propio alcalde, “haberá que revaluar e axustar mellor por parte do Concello os precios de licitación”.
Además de poner en marcha un contrato menor, el regidor indicó que se está pendiente de una reunión con el administrador concursal de Segur Ibérica para conocer cuánto tiempo va a continuar prestando el servicio para ver de qué margen dispondría el Concello para formalizar un contrato menor.
Más allá de esta medida provisional, se sacará a concurso un contrato amplio de seguridad de instalaciones –que ahora presta la empresa Eulen– y que incluiría FIMO y Porta Nova. El próximo año ya se incluiría junto a los demás centros los dos que ahora se quedan sin servicio.