La CIG culpa a la cúpula de Navantia de los retrasos en el programa del BAP

El responsable de la sección sindical de la CIG en Navantia Ferrol, Marcelino Amado, respondió al informe del boletín interno de la compañía pública en el que se culpa en parte del retraso en la construcción del flotel –BAP– a los paros de la plantilla en diciembre pidiendo el cese de la dirección por “inepta” e “irresponsábel”.
Amado recuerda que hace meses la central nacionalista auguró retrasos por la implantación de un nuevo sistema organizativo y anticipó que la dirección responsabilizaría a los trabajadores. El representante sindical apuntó, no obstante, que antes de las movilizaciones de diciembre la dirección tuvo que poner en marcha un “plan de acción” para “mitigar os desfases dunha planificación nefasta”.
En esa línea, la CIG asegura que se cambió tres veces de jefe de programa, se implantó un sistema organizativo “que non é acaído para os nosos estaleiros”, se puso en marcha el Lean “xusto cando comeza un novo proxecto” y se realizaron los diseños y la ingeniería en función de las necesidades de Barreras –el astillero privado vigués que construye el otro flotel para Pemex–, “esmiuzando o barco en bloques moi pequenos non axeitados para Navantia”.

subcontratación
Para la sección sindical de la CIG, tampoco el proceso de subcontratación fue el adecuado. De hecho, lo califican como un “desatino” porque las condiciones impuestas en una primera selección provocaron que el concurso quedara desierto y se repitiera, lo que provocó un retraso de otros dos meses.
La fase de elaborado fue también un desastre, según Marcelino Amado. Así, además de imponer cambios “radicais” en el modo de hacer los pedidos, fracasó la puesta a punto del robot y el personal competente en esta área –principalmente procedente de la industria auxiliar– “pasou a mans de persoal da compañía ao que non se formou previamente”.
La CIG explica que la suma de todos estos elementos apuntan a una “xestión nefasta” por la que no asumen, dice, “ningunha responsabilidade”. “Temos que cuestionar”, añade, “cantos euros nos custan esas reunións nos Peñascales e se non se podían facer por videoconferencia”.
“O noso gran problema”, finaliza el sindicato, “é que se nomeou en Madrid unha dirección que, non sabendo facer barcos, non soubo aproveitar ese know how do que tanto falan”, una “incapacidade” que ya demostraron, apunta la CIG, a la hora de buscar trabajo”.

La CIG culpa a la cúpula de Navantia de los retrasos en el programa del BAP

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