La convocatoria de viviendas temporales de inclusión social de La Caixa ha concedido una ayuda de 32.00 euros a la Asociación Nuestra Señora de Chamorro, en el marco de las inversiones en proyectos que trabajan por la integración social y la vida independiente de personas con disapacidad o en situación de vulnerabilidad social, mediante actuaciones integrales y programas de inclusión residencial.
Con una inversión de más de un millón de euros se han seleccionado 46 proyectos de los cuales dos son de la provincia de A Coruña, el de la asociación naronesa Nuestra Señora de Chamorro y la Federación Galega de Institucións para a Síndrome de Down, domiciliada en Santiago de Compostela.
Entre ambas iniciativas se ofrecerán recursos residenciales a más de 100 personas en situación de vunerabilidad a raíz de su discapacidad o por falta de recursos.
En la entidad de Narón se dará continuidad gracias a esta ayuda de La Caixa al proyecto Prodavi, en una segunda fase. Así, esta iniciativa está dirigida a personas con discapacidad intelectual adultas usuarias de la asociación, que demandan continuidad en el servicio de vivienda transitoria  ofrecido en Prodavi.
Está enmarcado dentro del Programa para la Promoción de la Autonomía Persoal, Social y Laboral de la entidad y tiene como principal objetivo contribuir a la mejora de la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual y, por lo tanto, dar un paso más en su proceso de transición a la vida independiente.
Para alcanzar los objetivos se aplica la metodología de Planificación Centrada en la Persona –PCP–, entendida como un conjunto de técnicas orientadas a identificar y adaptar los apoyos a las necesidades de estas personas. Se trata de un sistema estructurado y sistemático de entrenamiento en el hogar y en la entidad, que permite que el enfermo adquiera las habilidades, conocimientos y destrezas necesarias para vivir independientemente. El entrenamiento estará presente hasta que exista un manejo total de las habilidades domésticas –cuidado e higiene personal, salud y alimentación, gestiones de la vivienda, hábitos saludables y seguridad– y habilidades sociales –uso del móvil y nuevas tecnologías y educación sexual–.
El período mínimo de estancia en la vivienda es de tres meses.