Marcos Blanco : “Todavía no hemos podido demostrar el buen grupo que tenemos”

Marcos Blanco : “Todavía no hemos podido demostrar el buen grupo que tenemos”
Blanco, durante el entrenamiento de ayer con sus compañeros | d. alexandre

Que el inicio de Superliga ya está ahí, se nota, y mucho, especialmente en San Sadurniño, el único concello gallego  que este año contará con equipo en el grupo masculino de la elite nacional. Y ese arranque inminente, esa expectación por lo que va a venir y la ilusión por lo ya conseguido lo pudieron vivir de primera mano los jugadores del Intasa el pasado fin de semana en el Memorial Óscar Prieto. Especialmente un Marcos Blanco –22 años– que en esta campaña vuelve a “reengancharse” al voleibol con su club de toda la vida, el Aldebarán, en el que comenzó cuando contaba con 13. 

“Perdimos el Memorial, no jugamos bien, vale. Pero me tumbé en la pista a estirar, mirando al techo, y cuando me levanté, estaba rodeado de niños y niñas apoyándonos. No me lo creía. Me decían que no pasaba nada, que aún teníamos tiempo para la liga, que acabábamos de empezar”, comenta manifestando su sorpresa Blanco, “niños pequeños que sabrán más o menos de deporte y que, gracias a nosotros, están vinculados al voleibol. Y eso se nota mucho con el cambio de categoría”. Así, responde también el opuesto del Intasa a la cuestión de si la apuesta por el primer equipo afectará a la cantera o, al contrario, servirá de tirón y referente. 

“Considero que se va a potenciar. Está claro que tienes que aportar mucho más dinero y tiempo al primer equipo. También estás metiendo más gente que sigue al primer equipo y que quiere ser como ese grupo algún día. Y eso hace que entre sangre nueva en el club” añade.  

Pero después hay que mantenerse, aprovechar la ola, ¿no?
Sí, la historia es que se mantenga y que se trabaje bien con ellos. Mantener el tirón y trabajar bien con la gente. Esa gente, si esta bien, se queda y hace crecer al club. Un club no es el primer equipo, un club es toda la cantera que tiene debajo.

Y eso lo sabe como canterano del Aldebarán que es, uno de los que quedan sobre la pista.
Sí, ahora estamos Pakito, Uxío y yo, y Santi –Díaz, juvenil– entrenando con nosotros y en algún partido. Dentro de lo que cabe quedamos pocos. Hubiese dado algo por tener a un equipo en Superdivisión con mucha gente del pueblo, pero la situación fue la que fue, se fue acortando mucho la gente y llegamos al final, a subir el equipo, los que llegamos. Por unas razones o por otras la gente tiene que dejarlo... se vuelve a apuntar. Al final siempre, jueguen o no, siempre los ves en la grada, siempre están apoyando, cada uno tiene su vida y tiene que aportar lo que puede. 

Y también los que vienen de fuera, que, no se cómo lo hacen, pero parece que siempre vuelven o quieren volver
Eso es algo que nunca acabé de comprender, que muchas veces se lo tengo preguntado a mi padre, cómo en un pueblo tan pequeño, que se supone que tiene menos vida, puede ser que tengas un jugador brasileño, por ejemplo, como era Saulo, en su día, con tanta calidad, tan abierto, que te quiera volver al pueblo tantas veces. Se supone que es por el ambiente que tenemos, por cómo tratamos a la gente, desde el primer día como si fueses uno más. La gente te saluda, te conoce. Te vas a comer y siempre vas a tener a alguien que te pregunte cómo estás, necesitas ayuda... Están arropados como si fuesen familia de todo el pueblo. 

Y, ahora, a poco más de una semana para el inicio de liga ¿confiaba en que el equipo saliese en Superdivisión?
Sí, pero no. Es un poco complicado de explicar. Cuando consigues una cosa que es algo grande, quieras reducirlo o no, estás haciendo algo que no se consigue todos los días. Llegamos a un nivel... necesitábamos el dinero, el dinero no aparecía... Durante ese tiempo, el verano, se encargó la directiva, y yo me dediqué más al voley playa y confiaba en ellos. De primeras les dije que le tenía demasiado cariño al club como para que hubiese problemas, y en dos años verme con el club en quiebra, que yo iba a seguir con el club aunque no subiésemos. Al final lo consiguieron, pero siempre hay algún que otro patrocinador que se cae, que no está seguro, porque es el primer año de un equipo en la máxima categoría... al siguiente se te quieren unir todos. 
Tuvimos bajas que se van a notar, ya las notamos ahora, tanto a nivel de juego como de grupo... Renato, Saulo, Kevin... son cosas que pasan. Pero no considero que hayamos hecho un mal grupo. Por ahora no lo pudimos demostrar porque acabamos de empezar. Es diferente, es de gente nueva, pero se va a sacar adelante como se hizo el año pasado. 

Un pasado año en el que regresó de su Erasmus en la ciudad polaca de Torun para ayudar a los suyos, a pesar de llevar unas campañas “parado”
Me aparté un poco cuando me fui a Lugo a estudiar –Administración y Dirección de Empresas–, pero cuando se acercó el final de liga, me llamaron y venía a los partidos importantes. Al ser Erasmus no tenía la presión académica como tengo ahora aquí. Volví después de tres años, al fin y al cabo es el club de toda la vida y no te puedes apartar tan fácil. 

Pero viéndolo jugar nadie diría que había estado “apartado”...
(Ríe) Casualidades de la vida. No me esperaba tampoco que fuese tan bien todo. En realidad nunca paras de todo. Antes de eso, cuando estaba aquí en Lugo, tuve problemas con las rodillas, me rompí el tendón rotuliano de las dos, tuve que parar durante bastante tiempo. En ese momento me coincidió con el tema de irme de Erasmus y pensé que era un buen momento para parar del todo, irme, vivir un poco la vida de estudiante y apartarme un tanto del deporte más profesional. 
Dio la casualidad que allí tenía tiempo libre y, ya que estaba, me metí en el gimnasio, entrenaba un poco para seguir recuperándome. Me fue bien, las rodillas se recuperaron, dejaron de dolerme, me llamó un equipo de allí de Polonia para jugar e iba a algunos partidos. Y ya cuando me llamaron del club no me dolían nada,y pensé que si estaba bien y estábamos tan tan cerca, “estiraba” un poquito y venía. Y así fue. 

Queda poco más de una semana para el gran debut, ya ha dicho que ve un buen bloque, ¿y la temporada?
Obviamente, no contamos con ser, yo al menos, uno de los equipos punteros de la liga, es dificilísimo. A día de hoy, a lo que aspiro es a la permanencia en la liga y, a partir de ahí, todo lo que podamos conseguir son regalos que nos caen del cielo. Cuando empiezas en una liga tienes que aspirar a lo mínimo, a mantenerte, a dar un nivel como para decir estoy aquí porque me lo merezco y me quedo aquí porque me lo he merecido durante toda la liga. 
Sobre lo que tenemos, trabajamos, vamos haciendo lo mejor que podemos cada semana. Y a ver hasta donde puede llegar esto. 

A nivel personal, Blanco quiere llegar hasta el final, al menos en lo que a su carrera deportiva se refiere “jugando hasta que el cuerpo me lo permita Intentar ver mundo, jugar fuera de España o lo que sea y, luego, llegado el momento volver a casa, que tengo planes a nivel personal y laboral con mi familia, que siempre me ha apoyado mucho. Quedarme tranquilo pensando que di todo lo que podía y, por supuesto, retirarme jugando en Sansa”

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