Alberto Nuñez Feijoo asistió ayer en el astillero de Navantia Fene al comienzo de los trabajos de construcción de las estructuras flotantes para el parque eólico Hywind, en Escocia.
La UTE Navantia-Windar consiguió el junio del 2015 la adjudicación de este proyecto de primer parque eólico flotante del mundo, ideado por la empresa energética noruega Statoil, que supondrá más de 450.000 horas de trabajo para la factoría civil de la ría de Ferrol. Esto se traduce, recordó el presidente Feijoo, “en más de un año de trabajo continuado para 300 personas”.
Este primer encargo, que supone una inversión de 215 millones de euros, consta de cinco enormes subestructuras flotantes tipo SPAR de 90 metros de longitud y 15 de diámetro, que, de hecho, va a requerir la puesta en servicio de la grada número uno del astillero de Fene. El hito de ayer consistió en la soldadura y plegado de las primeras virolas con el material previamente preelaborado, cortado y biselado.
Para realizar estos trabajos en las instalaciones de la antigua Astano se ha tenido que adaptar el taller de bloques planos para adecuarlos a la fabricación de este tipo de estructuras flotantes. Además, ha sido necesario instalar un rodillo de plegado de alta capacidad, máquinas de soldar tipo pórtico, una grúa pórtico de 80 toneladas y una linea de viradores con capacidad de hasta 800 toneladas.
plazos
Estas subestructuras serán entregadas entre febrero y marzo de 2017, según los planes del astillero público. Ese mismo año está previsto que la energética Statoil requiera entre 40 y 60 nuevas piezas similares a esta para la ampliación del parque, que estaría operativo en 2020.
El presidente de la Xunta se mostró optimista respecto a las opciones de reeditar estos contratos y aseguró que “si este proyecto piloto sale con eficacia y en tiempo”, algo de lo que Feijoo está convencido, “Navantia Fene podría aspirar a fabricar gran parte de esas estructuras”.
Una vez finalizada la fase de montaje en la grada, la puesta a flote se realizará mediante una maniobra de botadura similar a la utilizada con un buque tradicional. El transporte se llevará a cabo mediante un buque tipo “heavy lift”, que recogerá las subestructuras a flote mediante una maniobra de float-on.
off-shore
Este segundo contrato para la industria eólica marina coloca al astillero de Fene en el mapa como contratista de referencia en este mercado. Nuñez Feijoo explicó tras su reunión con los responsables de Navantia, Windar y Statoil que la factoría ha demostrado tres grandes virtudes a este respecto.
El presidente destacó “la localización privilegiada, en la fachada atlántica, cerca del mar del mar del norte”, pero, por encima de todo, “la excelente cualificación de todo personal, desde los directivos hasta los técnicos”. Sin olvidar, dijo, “la importante inversión en la mejora de medios técnicos para adaptarse a la industria off-shore”. Feijoo se congratuló, además, de volver a ver “gente trabajando” en la antigua Astano. “Tras más de una década de vicisitudes, incluido el veto a la construcción civil, el astillero de Fene vuelve a tener carga de trabajo y demuestra estar preparado para competir en el mundo de la eólica marina”, afirmó.
Las obras que se iniciaron ayer, junto con las que ya están en marcha para el parque eólico Wikinger en aguas alemanas, “supone que 700 personas estén trabajando” en el astillero fenés para dos de las principales empresas en el sector, como son Iberdrola y Statoil.
Precisamente, el responsable de la Xunta anunció que la eléctrica española “se ha adjudicado recientemente varios parque eólicos marinos en el mar del norte” y, por lo tanto, “se encuentra inmersa en un proceso de contratación”, donde la UTE Navantia-Windar se encontraría “en una posición óptima”. Se calcula que a lo largo de este año el mercado off-shore ejecutará la construcción de más de 300 jackets, “una oportunidad –explicó Feijoo– de seguir incrementando la carga y las horas de trabajo para Navantia Fene si las cosas se hacen correctamente”.