El importante grupo empresarial Valcarce, de origen leonés, mantiene conversaciones con el Banco Pastor para comprar y explotar el hotel Río do Pozo y la estación de servicio contigua, instalaciones que están vacías e inactivas desde hace unos cinco años y que pasaron a manos de la entidad financiera en una subasta promovida en 2010 por la Tesorería General de la Seguridad Social para saldar el alto volumen de deudas que acumulaba el complejo. Fuentes de la compañía confirmaron ayer a este diario que hay negociaciones pero que de momento no se ha firmado el acuerdo.
El grupo Valcarce está presente, como propietario o socio, en más de medio millar de gasolineras distribuidas por España, Francia, Bélgica y Luxemburgo, y posee, además, dos hoteles en León y otro en Navarra. Se trata de un holding que agrupa más de una quincena de empresas y con una facturación superior a los 200 millones de euros, cuyos negocios están principalmente ligados a la compra-venta de carburante. Las tarjetas de pago Valcarce, fundamentalmente utilizadas por transportistas, representan el núcleo más importante de actividad.
El holding tiene ya una fuerte presencia en Galicia, donde funciona una red de 95 gasolineras en las que se pueden utilizar sus tarjetas. La localidad de Vega de Valcarce, en el Bierzo, acogió en los años 80 el inicio de los negocios de José Ramón Valcarce Digón, cuyo despegue se produjo en los 90 gracias a la liberalización del mercado de los carburantes.
la ruina de Portvigo
El complejo hotelero y la gasolinera del polígono industrial Río do Pozo son la imagen de la ruina del grupo empresarial Portvigo, propiedad de Amador Castro Millarengo, que en tiempos de Manuel Fraga desembarcó en la comarca con proyectos industriales millonarios que nunca llegaron a hacerse realidad o que se fueron, invariablemente, a la ruina. Ambos negocios fueron cerrados por decreto judicial en 2009, cuando sus deudas alcanzaban la astronómica cifra de once millones de euros.
El Banco Popular –ahora Pastor– era el principal acreedor de la empresa, a la que había proporcionado créditos y avales por valor de 6,6 millones de euros. A finales de 2010 acudió a la subasta de las instalaciones organizada por la Seguridad Social y se hizo con la propiedad por algo más de cuatro millones.
cuatro estrellas
El hotel Río do Pozo, que lleva cinco años cerrado, fue inaugurado en 2005 y disfrutó durante sus primeros tiempos de un alto nivel de ocupación y de cierta popularidad también entre los residentes en la zona por su zona spa, la primera que funcionó en la comarca, y su restaurante. El establecimiento tenía una categoría de cuatro estrellas y su plantilla llegó a estar formada por veinte trabajadores.
La gasolinera situada junto al hotel Río do Pozo cerró meses antes que el hotel, al igual que lo hacía también otra estación de servicio, la de Cruz do Pouso, que el grupo Portvigo tenía en la comarca. También se vino abajo, en los primeros años de la crisis, la planta de reciclaje de Enviroil, igualmente impulsada por el empresario Amador Castro Millarengo, en As Somozas.
En su momento la gasolinera Río do Pozo funcionó sin competencia en el polígono industrial, el tercero más grande de Galicia, si bien en el caso de que vuelva a ponerse en marcha se encontrará a solo unos metros con la competencia de la nueva estación de servicio de Ortegal Oil, que fue inaugurada este mismo año.