Un punto que sabe a gloria

Un punto que sabe a gloria
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Valioso punto el sumado ayer por el Racing en uno de los campos más complicados de la categoría, el del Atlético de Madrid B, tras un partido en el que tuvo que enjugar en dos ocasiones la ventaja que había cobrado el adversario. La capacidad de trabajo mostrada por el equipo ferrolano y un gran gol de falta de Pablo Rey, en el tiempo añadido, demostraron por qué el cuadro verde es uno de los mejores visitantes de la categoríad de bronce. 

Apenas se habían disputado cinco minutos y la situación se pudo poner de cara para el Racing tras un barullo, derivado de un saque de banda, en el que Fer Beltrán se hizo con la pelota, se revolvió en el área pequeña y chutó a bocajarro para que el cancerbero Diego Conde salvase la situación. En esta fase del encuentro, los muchachos de Emilio Larraz lo siguieron intentando, atentos a cualquier oportunidad para salir al contragolpe. Como, por ejemplo, en una recuperación en el centro del campo de Javi Rey, que tocó para Joselu y este, con su tiro desde la frontal, forzó un saque de esquina. 

Sin embargo, la conexión entre Medrano y, sobre todo, Riquelme causó muchos problemas en la zaga del Racing. De hecho, de Riquelme partió el 1-0 tras una gran acción individual en la llegó hasta la línea de fondo y sirvió un centro que, tras ser ligeramente desviado por un defensor, encontró en Camello el encargado de  marcar sin apenas oposición. 

El goleador “colchonero”, incluso, pudo marcar el segundo tanto en su cuenta particular en un par de ocasiones. Por ejemplo, cuando se quedó solo ante Diego Rivas en un mano a mano en el que mandó el balón al palo. Y, unos minutos más tarde y en una situación similar, obligando al portero racinguista a realizar una gran intervención. Enfrente, siguió buscando la igualada el equipo ferrolano antes del descanso, pero sus intentos –como uno de Javi Rey– no cuajaron.

Reacción
La segunda parte no pudo empezar mejor para los intereses del Racing después de que un centro de Seoane fuese despejado hacia el segundo palo, donde apareció Villarejo para devolver la pelota al corazón del área para que Joselu lo remachase al fondo de las mallas. El propio realizador, incluso, estuvo a punto de conseguir el doblete a través de un fuerte disparo que se fue cerca del poste izquierdo. 

El capitán del Atlético B, Toni Moya, mandó poco después un golpe franco al travesaño cuando los espectadores pensaban que no se atrevería a chutar desde tan lejos. A partir de ahí, en la recta final del encuentro, el árbitro pitó un penalti contra el equipo ferrolano por falta sobre Borja Garcés y, además, expulsó a Quique Fornos. A pesar de que Diego Rivas adivinó la trayectoria del lanzamiento y llegó a tocarlo, no fue lo suficiente como para desviarlo totalmente y el gol de Toni Moya subió al marcador a poco de llegar al final. 

El Racing se lanzó con todo a por un nuevo empate. Pablo Rey estuvo a punto de conseguirlo con una falta lejana que se marchó desviada. Sin embargo, ya en el minuto 94, tras quedarse los locales también con diez, el capitán racinguistas dispuso de otra falta que esta vez no desperdició. Desde la frontal y gracias a un golpeo magistral, colocó el 2-2 con un excelente disparo directo que entró por la escuadra izquierda del arco local.

Un punto que sabe a gloria

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