Los incendios forestales dan una jornada de tregua a la comunidad

Los incendios forestales dan una jornada de tregua a la comunidad

Las últimas semanas han sido muy duras en Galicia, en lo que a incendios se refiere. Cada día aumentaban los fuegos, sin dar tregua a los servicios de extinción que se veían sobrepasados por la violencia de unas llamas que aparecían por doquier a horas intempestivas y cuando se daba el fuego por finalizado.

Sin embargo, ayer fue una jornada de calma, tal y como informó la Consellería de Medio Rural e do Mar.

De hecho ese “día tranquilo”, tal y como lo denominó ayer el alcalde de Monterrei, José Luis Suárez, hizo posible que el fuego que se declaró ayer a las 18.08 horas se atajase rápidamente y se encuentre ya “prácticamente controlado”. Según la Xunta, la superficie quemada estimada provisional es de 22 hectáreas.

Lejos queda la situación vivida en este mismo municipio hace diez días, cuando conjuntamente con el contiguo de Cualedro, sufrieron los envites de dos fuegos que afectaron a ambos términos y que quemaron un total de 2.175 hectáreas hace diez días.

Reserva de la biosfera

Como el que asoló parte de la reserva de la biosfera de Os Ancares, en el municipio lucense de Navia de Suarna, un fuego que comenzó en la tarde del jueves y que pudo controlado a última hora del pasado sábado tras quemar 270 hectáreas, según los últimos datos de la Consellería de Medio Rural.

En concreto, este incendio, que afecta a un lugar protegido, logró arrasar 170 hectáreas de monte raso y otras cien de superficie arbolada.

En el control y extinción de este fuego trabajaban dos técnicos, 19 agentes, 66 brigadas, 22 motobombas, tres palas, cinco helicópteros y siete aviones.

También seguía controlado desde el pasado sábado al mediodía el incendio que desde el jueves por la tarde afectaba al municipio de Boiro, y al contiguo de Lousame, y que calcinó unas 450 hectáreas de monte arbolado, según los datos provisionales de Medio Rural.

El más destructor

Y el incendio de la localidad pontevedresa de Oia, que se extendió a O Rosal y quemó 1.850 hectáreas, convirtiéndose en el fuego más destructor del verano en la comunidad, también permanecía controlado, pero no extinguido, según la información aportada por el departamento que dirige Rosa Quintana.

Además, está extinguido un fuego declarado ayer en el municipio pontevedrés de A Estrada, en la parroquia Barcala, con una superficie estimada provisional afectada de 21,4 hectáreas.

Una situación bien distinta es la sufrida ayer en el norte de Portugal, donde más de 150 fuegos se registraron desde la noche del pasado sábado.

Las llamas asedian varios puntos del norte luso, pero el que más preocupaba es de la localidad de Gondomar, donde un bombero resultó herido, una casa quedó calcinada y varias personas tuvieron que ser desalojadas ante el temor de que el fuego no cediese y acabase causando daños personales.

Los incendios forestales dan una jornada de tregua a la comunidad

Te puede interesar