7º-16º
martes | 30 abril | 2024
La fachada del edificio número once de la calle Sánchez Calviño, en Ultramar, que tuvo que ser desalojado el pasado día 22, está en muy malas condiciones y tendrá que ser desmontada. Las obras comenzarán la próxima semana, según explicaba ayer en el propio pleno la concejala de Urbanismo, María Fernández Lemos, y no tienen fecha prevista de finalización, ya que “ó mellor é un problema tamén estrutural que pode conlevar aparelladas outras actuacións”, anunciaba. Depende de la empresa y de la gravedad de la situación. “Na rehabilitación sabes cando empezas pero non cando acabas”.
Las primeras actuaciones de urgencia las acometió el Concello, ante la caída de cascotes que alertó sobre el estado del inmueble, en el que también se detectaron grietas. Al día siguiente de la emergencia ya se hizo cargo una arquitecta pagada por los propietarios, que consultó con varias empresas especializadas en el apuntalamiento de fachadas “e non lle garantían a estabilidade da mesma” porque estaba en mal estado “e hai que demolela”. Así, la orden urgente de apuntalamiento ha sido finalmente una orden para proceder al desmontaje de la fachada y a la estructura del edificio.
Los inquilinos están alojados a cargo del Concello y los dueños, que vivían también en una de las plantas, se trasladaron a otra casa de su propiedad. La solución a largo plazo pasa por ofrecerles a los afectados un alquiler en otro piso en las mismas condiciones económicas en las que estaban.
