Como cada año Ferrol se convirtió en el epicentro de los actos reivindicativos para conmemorar los 45 años del “Día da Clase Obreira Galega”, en el que los sindicatos volvieron a participar de forma separada. Mientras que CCOO, UGT, MAS y USTG lo hacían en el acto institucional, al que acudió también la corporación municipal, la CIG realizó su propia ofrenda floral una hora más tarde en el mismo lugar. En la cita, el alcalde de Ferrol, Jorge Suárez señaló que “el día no es de celebración, sino una jornada de reivindicación, de lucha y en el que hay que recordar que la conciencia de clases fue la que trajo a este mundo los grandes cambios sociales”. Suárez insistió, también en que “solo estando agrupados –los actores sindicales– es como se van a conseguir los derechos que no nos van a regalar nunca”, advirtió.
A continuación los representantes de los grupos políticos y de los sindicatos fueron conformando una ofrenda floral con la bandera gallega bajo el monumento al 10 de Marzo, levantado en recuerdo a Amador Rey y Daniel Niebla, que tal día como el de ayer de hace 45 años, en 1972, fueron abatidos a tiros por agentes de la policía cuando participaban con sus compañeros de la antigua Bazán, en una movilización en la que reclamaban mejoras en el convenio colectivo.
convenio colectivo
Por su parte, el secretario xeral de CCOO en Galicia, Xosé Manuel Sánchez Aguión, lamentó que las reclamaciones de hace casi medio siglo sigan vigentes hoy en día, y aludió al paralelismo entre el convenio colectivo que hoy en día se negocia y aquel por el que “Amador y Daniel dieron la vida”. “Después de 45 años todo sigue igual, el derecho a la negociación colectiva sigue siendo uno de los principales baluartes de la lucha sindical, así como revalorizar la dignidad de los trabajadores”, apuntó Aguión. Ya por la tarde, CCOO y la CIG se manifestaron, nuevamente por separado y una hora de diferencia. La marcha convocada por Comisiones logró reunir a unas 800 personas, y transcurrió por la Carretera de Castilla, barrio de A Magdalena y finalizó en la Plaza de la Constitución.
Los nacionalistas, por su parte, salieron de su local comarcal en Esteiro y marcharon por el centro hasta volver a la plaza do Himno Galego, también en el barrio. Su secretario xeral, Suso Seixo, que acudió a la manifestación, instó al resto a los partidos políticos de izquierdas a aprovechar “la falta de una mayoría absoluta del PP” para derogar las reformas laborales tanto de los populares como del PSOE.