El Grupo Riesgo presentó ayer al comité de empresa de A Coruña su plan industrial de futuro para la fábrica de Alu Ibérica (la antigua Alcoa), con una inversión a corto plazo de más de 25 millones de euros prevista para las plantas de A Coruña y Avilés.
Según indica Riesgo en un comunicado, el objetivo último de esta inversión a corto plazo es “la viabilidad de la planta de A Coruña y el futuro de sus 328 trabajadores, así como un compromiso de permanencia a largo plazo”.
El plan se basa para el nuevo propietario en dos pilares, el primero es “la producción de aluminio verde sin huella de carbono con tecnología de vanguardia que garantice la máxima calidad”, con el fin de posicionarse en un mercado nacional en aluminio secundario en primera línea de competencia y desarrollar el mercado internacional, afirma.
Además de la producción de aluminio como área principal, Riesgo propone desarrollar otras nuevas áreas como el reciclado de chatarras de aluminio o la instalación de plantas de energías renovables para el autoconsumo.
El plan tiene tres fases, la primera, ya en marcha, que incluye incorporar “profesionales especializados y cualificados” que trabajan en determinar la aplicación de las mejoras de conversión, inversión en nuevas tecnologías y la optimización de los procesos, asegura la empresa. Además, en esta fase “ya se está llevando a cabo la conversión a gas” de la planta de A Coruña, así como la de Avilés, sostiene la entidad, que añade que “está prevista la activación de las series de electrólisis a corto plazo”. En la segunda, ambas fábricas se adentrarán en el área de reciclado, con la instalación de plantas de tratamiento de chatarra, y la modernización de las fundiciones para homogeneizar las factorías. En la tercera fase, señalan, finalizará la mejora de la logística portuaria y se instalará una central eólica y otra fotovoltaica para el autoconsumo.
Con todo, el presidente del comité de empresa de Alu Ibérica A Coruña, Juan Carlos López Corbacho, critica que Riesgo no haya aportado “ninguna documentación” de su proyecto industrial, que solo ha presentado “a viva voz” a los trabajadores. Además, deja claro que cualquier plan de futuro debe ser “avalado” por la mesa de seguimiento industrial por lo que urgió su convocatoria al Gobierno. “De entrada se están incumpliendo los acuerdos firmados con inversores anteriores, como para fiarnos a viva voz de lo que nos digan otros”, apunta.