La necesidad que tenía el Somozas de fichar un portero, después de la marcha al Mérida de Mandaluniz, se ha resuelto con la llegad de Carlos Molina, meta nacido en Cartagena, de 25 años, que llega del Eldense. Él va a ser el encargado de defender la portería del cuadro verdiblanco hasta el final del torneo liguero, en la que espera aportar sus cualidades para luchar por la permanencia en la categoría de bronce.
Después de una convulsa primera parte de la temporada en el Eldense, que estuvo plagada de problemas extradeportivos, el cancerbero llega al Somozas con la idea de “volver a enamorarme del fútbol”. De hecho, el portero murciano razona que su marcha de la entidad alicantina se debió, especialmente, al “gran cansancio mental” que fue acumulando con el paso de los meses por todos los acontecimientos con los que tuvo que lidiar hasta ahora.

situación
Carlos Molina deja una escuadra que estaba en la última posición de la tabla clasificatoria del grupo III, con trece puntos en su haber y a doce las plazas de permanencia, por otra que también se encuentra cerrando la clasificación del grupo I, con quince puntos, a nueve de la plaza que obliga a ganar una eliminatoria para continuar en la categoría y a diez de las que aseguran la salvación. El cancerbero, de todas maneras, recordó nada más llegar a Ferrolterra que “con trabajo cualquier meta se puede conseguir”.
Al margen de en el Eldense, el nuevo cancerbero del Somozas, de 1,89 metros, tiene experiencia en Segunda División B en las filas del Cartagena, La Hoya Lorca y el Real Murcia.