Nido Robotics es una de las empresas que han participado en la aceleradora de emprendimiento “Océano Azul”, con sede en Ferrol. Una iniciativa promovida por el Colegio Oficial de Ingenieros Navales y Oceánicos (COIN) y apoyada por la Axencia Galega de Innovación (GAIN).
Roy Torgersen y Enrique González son los responsables de este proyecto nacido en Murcia y dedicado al desarrollo y fabricación de drones subacuáticos. Según explican estos emprendedores, Nido Robotics pretende dar respuesta a tres problemas de las inspecciones subacuáticas de cualquier tipo de instalación sumergida: el peligro que conlleva usar buzos humanos, su coste y su ineficacia.
Comenzaron siendo distribuidores de otras empresas, pero este año ya han desarrollado sus propios robots, un tarea de la que se encarga el ingeniero industrial y cofundador Enrique González.
Paralelamente, explican, toca hacer parte del trabajo comercial. “Hay que dar a conocer el producto, vender sus potencialidades y, sobre todo, explicar que es una inversión rentable y accesible a muchos usuarios”, dicen.
Como ejemplo de esto, relatan lo ocurrido durante un servicio en una empresa de acuicultura de la costa mediterránea. “El robot detectó un error en una de las anclas que sujetan las jaulas, el cual no se podría haber detectado con una inspección tradicional de las que llevaban a cabo, ya que se encontraba a casi 70 metros. Fue una reparación relativamente sencilla, pero si no se hubiera subsanado, las pérdidas para la piscifactoría podrían haber ascendido a los tres millones de euros”, explican.
Precisamente el sector de las piscifactorías es el que los ha traído a Galicia y a participar en esta aceleradora de emprendimiento con sede en Ferrol. “En Galicia hay 63 empresas de acuicultura y facturan más de 90 millones de euros al año. Nuestro objetivo es abrir una oficina técnica y comercial aquí a principios del año que viene y, por supuesto, con personal de la zona, que conozca el entorno y sus características”.
Además de estar desarrollando nuevos drones, se encuentran trabajando en periféricos para este dispositivo, como sensores que miden distintos parámetros medioambientales (ph, oxígeno disuelto, conductividad), y especialmente, en manipuladores para manejar varios tipos de herramientas o hacer recogidos de los sedimentos y fondos.
Con la primera versión que han desarrollado el robot se puede llevar a 100 metros de profundidad y con la avanzada, que lanzarán próximamente, a unos 300. “Su aplicación apenas tiene límites”.
En breve sacarán al mercado otro robot más básico y también más económico, pensado para que pequeños emprendedores puedan dar servicios de inspección. “Por ejemplo en un puerto deportivo o, aquí en Galicia, en una batea. Es una gran oportunidad de negocio”. A finales de octubre pondrán en marcha una campaña de crowdfunding en Indiegogo para potenciar este nuevo producto.
Como dato curioso, y como muestra de la escasa complejidad del manejo de estos drones, se controlan con un mando de la Play Station.