Industria de CCOO devuelve a Ferrol el timón de la negociación colectiva en Navantia

Industria de CCOO devuelve a Ferrol el timón de la negociación colectiva en Navantia
Diario de Ferrol-2014-07-10-002-1c04ec79

La Federación de Industria de CCOO ha designado a José Matesanz, un peso pesado del sindicalismo ferrolano en los años 90, como nuevo secretario del Sector Naval Público. La decisión obtuvo ayer el respaldo prácticamente unánime de la sección sindical en Navantia Ferrol, astillero que con esta medida recupera el timón de la negociación colectiva en el grupo público y hace valer, nueve meses después, su rotunda negativa al acuerdo que planteaba la empresa.
La Federación zanja así la división que por primera vez en la historia surgió en el seno de su coordinadora en Navantia en torno a la negociación del convenio colectivo. CCOO, que tiene cinco de los doce delegados del comité intercentros, asume ahora que el preacuerdo firmado el pasado octubre con el apoyo de la mayoría de los centros pero el rechazo de la mayoría de los trabajadores, “no se debe ratificar”. Así lo explicó ayer José Matesanz, el nuevo interlocutor al frente de la negociación colectiva de Navantia, que se definió como “un instrumento en manos de los afiliados para intentar reconducir las cosas y recuperar el consenso y la cohesión”.
CCOO, el sindicato con la representación mayoritaria en el grupo naval, recurre a un hombre de referencia para el sindicalismo ferrolano, presidente del comité del astillero entre 1995 y 2002, y hace borrón y cuenta nueva en el diálogo con Navantia. “Hay que reiniciar la negociación adaptándola a las circunstancias actuales –dijo ayer Matesanz–, y tirar para adelante no solo desde Comisiones sino desde todos los sindicatos”.
Matesanz rubricó el análisis que en las últimas semanas se ha hecho desde el comité de empresa de Navantia Ferrol, en el sentido de que se está propiciando la desorganización del propio astillero. “Vamos a exigir que la empresa se siente a hablar sobre los temas importantes como son la estructura organizativa y el modelo de subcontratación –dijo–, porque una empresa como Navantia no se puede permitir hacer las cosas sin contar con la parte social”.

un rotundo no en la ría
El convenio que proponía Navantia cosechó en octubre pasado un rechazo masivo en la asamblea de trabajadores del astillero de Ferrol, donde está el 40% de la plantilla del grupo. Apenas dos decenas de manos se alzaron a favor de un texto en el que junto a la supresión del cartucho de Navidad se incluían otros muchos recortes en derechos laborales adquiridos a lo largo de la historia. Se aumentaba la jornada y se congelaba el sueldo, se introducían criterios de “flexibilidad” en cuestiones como la movilidad funcional o geográfica, se reducían licencias retribuidas y desaparecían las asimilaciones, entre otras cuestiones. Y sumado a todo ello el documento no introdujo la garantía que reclamaba la parte social de que no habría un ERE en 2014.
El rechazo al convenio propuesto por Navantia en los astilleros de la ría partió de la CIG y de la USTG, aunque CCOO y UGT lo asumieron después del pronunciamiento de los trabajadores. En el astillero de Ferrol se votó en una asamblea promovida por el Sector Crítico de CCOO y el delegado de esta central en el intercentros, Ignacio Naveiras, trasladó el no a la votación del preacuerdo que se produjo el 16 de octubre de 2013. El texto fue rubricado en Madrid por los otros cuatro delegados de Comisiones y por los tres de UGT –mantuvieron su rechazo la CIG y la USTG y se abstuvieron el CAT y el CSI-CSIF– y cosechó después el voto en contra de casi el 70% de los trabajadores del astillero de Fene, por lo que cambió de postura también la mayoría en aquel comité, inicialmente a favor de firmar el texto.
El preacuerdo que salió adelante con este débil respaldo no llegó a aplicarse. A estas alturas Navantia está esperando el requerido visto bueno de una comisión interministerial y por el camino la Federación de Industria ha terminado por intervenir para recomponer su coordinadora dentro del grupo público y devolver la iniciativa a quienes representan la postura mayoritaria de los trabajadores. Según pudo saber este diario, la organización sindical llegó a dictar una resolución según la cual adelantaba que no avalaría la firma del preacuerdo.
Como resultado de esta decidida intervención de la federación se produjo la pasada semana la dimisión del presidente del intercentros, el gaditano Antonio Oliva, aunque él la explicó aduciendo únicamente motivos personales. Los tres astilleros de Cádiz fueron los principales defensores del malogrado convenio colectivo y sus delegados firmaron el preacuerdo condicionándolo a que Navantia permitiese a la parte social participar en el plan industrial. El astillero de Cartagena, por su parte, aprobó el preacuerdo por un estrecho margen y durante su negociación quedó patente también la existencia de un frente de trabajadores opuesto al mismo.
En todo este proceso hubo otra dimisión, la de Ignacio Naveiras del puesto que ahora ocupa Matesanz, y una destitución, la del secretario comarcal de CCOO en Cartagena, Juan Pedro Martínez, que en su día también defendió el no al convenio.

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