El plazo de inscripción en el censo de la Cámara de Comercio de Ferrol para la celebración de elecciones se cerró ayer con solo tres nuevas altas. Los trabajadores de la entidad consideran que esta falta de respuesta del empresariado es lógica teniendo en cuenta la inexistencia de servicios para los socios, la falta de recursos tan básicos como la limpieza de las instalaciones o la línea telefónica y la deuda inasumible con Hacienda, que asciende a cerca de dos millones de euros.
Los trabajadores, que siguen sin cobrar sus salarios, criticaron que desde el día 20 de febrero están esperando que se les conceda la reunión que solicitaron con la gestora constituida por la Dirección Xeral de Comercio y denunciaron, además, que en el reciente acto de conciliación la representación legal de la Cámara acudió únicamente para no reconocer los salarios adeudados y obligar a los afectados a acudir a un proceso judicial más lento y costoso.
Además de la deuda con Hacienda, que reclama dos millones de euros por no haber justificado la inversión de un crédito concedido en el programa de reindustrialización para la construcción de un edificio en el puerto exterior, la Cámara tiene una larga lista de acreedores por servicios ordinarios como la luz o el teléfono. Los trabajadores criticaron que la gestora no haya nombrado un tesorero y que siga sin tomar medidas ante la situación de extrema gravedad que vive la entidad.
Por otra parte, la parlamentaria Beatriz Sestayo denunció ayer ante el Parlamento de Galicia el abandono que sufre FIMO, acusando al PP “de desmantelar todo o tecido da cidade” y de una “incomprensible neglixencia dos gobernos do PP”. La socialista insistió en que la feria ha de mancomunarse y exigió que se paguen las nóminas a los trabajadores.