La Alianza para la Excelencia Turística (Exceltu) estima que el sector turístico español se enfrenta a una caída de actividad este año de unos 83.134 millones de euros, con un retroceso del 54,5% sobre el año 2019, y un millón de puestos de trabajo que pueden verse afectados (bien por estar acogidos a ERTE o al desempleo).
El lobby turístico ha revisado su escenario de previsión de resultados para el verano y el cierre del año, incluyendo los desfavorables impactos sobre la actividad y el empleo del Covid-19. Esta nueva estimación apenas mejora un 10% el último escenario central que habían previsto a partir del estado de alarma, con pérdidas de 92.556 millones de euros.
Caída del 46% en Galicia
En el caso gallego, el grupo prevé una caída del 46% de la contribución al PIB de este sector con respecto al año pasado, lo que supondrían pérdidas del entorno de los 3.126 millones de euros.
A nivel nacional, el turismo, en esta nueva estimación revisada, explicaría el 57% de la caída del 11,6% del PIB de toda la economía española previsto a su vez en junio por el Banco de España en su último escenario de recuperación gradual. Supone asimismo una caída de 43.975 millones en los ingresos en divisas frente al año pasado.
La caída de 28.000 millones de euros de actividad turística en el tercer trimestre y de otros 12.000 millones de euros en el cuarto supone un retroceso total adicional de 40.000 millones sobre los 43.000 millones de euros acumulados hasta junio y provocará, según Excelur, que un millón de trabajadores se vean afectados, ya sea por ERTE o desempleo, en todo el año, pudiendo alcanzar los 725.000 en el último trimestre.
Esos datos se han estimado a partir de la información de ventas y visibilidad de reservas disponibles al 10 de junio por parte de una muestra de operadores turísticos de diversos subsectores (aéreo, alojamiento, distribución, rent a car, ocio) y supone caídas del 47,6% de actividad turística en el tercer trimestre y del 38% en el último trimestre de 2020.
La encuesta trimestral de confianza empresarial realizada este mes por Exceltur a más de 2.000 unidades de negocio muestra cómo en el segundo semestre el sector turístico español no ha consegudio mejorar sus expectativas de recuperación de la actividad de cara al verano.
Falta de demanda
Exceltur considera que aún se acusan “múltiples incertidumbres, restricciones y mensajes equívocos”, y aunque la desescalada se ha acelerado, “ha faltado consistencia para estimular la demanda interna, facilitando una movilidad turística entre comunidades autónomas en fases similares, antes del fin del estado de alarma”.
Exceltur calcula que del 15 de marzo hasta el 30 de junio se ha reducido la actividad turística en 43.460 millones de euros respecto a 2019, con 1,4 millones de personas afectadas por su situación laboral (1,1 millones en ERTE y 300.000 sin empleo).
Exceltur asegura que estos “devastadores resultados” sitúan al sector turístico español como “el más vulnerable y dañado de todos los sectores de la economía española”. Además la última estimación de la OCDE sitúa a España como el país desarrollado cuya economía se verá más golpeada por el derrumbe turístico.
Por ello, consideran que la situación exige abordar un “urgente y muy potente” plan de medidas transversales de apoyo y eventual rescate del sector por el Gobierno a lo largo de los próximos meses, con fondos propios y de Bruselas, “para asegurar la mayor supervivencia del tejido turístico empresarial y del mejor empleo a fines de año”.
Entre las principales medidas transversales propuestas por Exceltur están abrir al máximo el 1 de julio las fronteras de España para tráficos turísticos con los países Schengen, especialmente con Reino Unido (principal mercado externo en verano), extender los ERTE de fuerza mayor hasta final de año e incrementar la dotación de la línea de crédito del ICO del Gobierno hasta 20.000 millones de euros
También proponen la creación de una “potente y extensa” campaña de comunicación para atraer el turismo, asignar un mínimo del 25% (35.000 millones de los 140.000 millones de euros) de los fondos europeos para la reconstrucción para la reconversión del sector y ayudar a su transformación, así como valorar la introducción de elementos impulsores de un mayor consumo directo de viajes, siguiendo las iniciativas de otros países.