Ferrol se acerca a otro drama político si se confirma la ruptura del actual pacto de gobierno y el alcalde, previa consulta asamblearia, acaba retirando las competencias a los cincos ediles del grupo socialista. No será pequeño, puesto que hasta ahora el récord de desamor lo tenían Vicente Irisarri (PSOE) y Yolanda Díaz (EU) con 16 meses de relación y la actual pareja (FeC + PSOE)apenas pasaría de los diez. Además, si Ferrol en Común sigue adelante con sus seis ediles (incluyendo al alcalde), sería la primera vez que una minoría que no alcanza ni la cuarta parte de la corporación (son 25 concejales) intentase gobernar. En anteriores rupturas las áreas se repartían entre los ocho o nueve ediles con los que se quedaba el partido en la Alcaldía y a partir de ahí comenzaba la crucifixión frente a los oponentes, cuando esta no venía ya de antes y la ruptura suponía, en realidad, una liberación.
Pero los ferrolanos memoriosos tienen callo en estas cuestiones. Una revisión de la historia pactista de la ciudad haría palidecer las trifulcas actuales. ¿Qué son unas humildes mociones sobre la monarquía o unos cuantos gritos puertas adentro al lado de dimisiones y destituciones de concejales, cambios de cerraduras en los despachos, propuestas de calado tumbadas por tus socios, desprecios públicos, descabezamientos de portavoces o expulsiones de partidos que hacen que te quedes sin “partenaire” de la noche a la mañana? En un ambiente político y mediático en el que escandaliza que en el contexto de un debate electoral un candidato le suelte a otro “usted no es decente”, las perlas que recibía el alcalde Juan Blanco (PP) en los 90 de boca de Juan Fernández (IF) agotarían los calificativos en las portadas.
las mociones de censura
Los traumas empezaron en el mandato de Alfonso Couce Doce (AP), que había llegado a la Alcaldía en 1987. En septiembre del 89, con el apoyo de un tránsfuga, el socialista (y a mayores, primo del anterior) Manuel Couce Pereiro le quitó el bastón de mando. Tras los comicios del 91 llegó a regidor Mario Villaamil Pérez (PP), el breve, puesto que se mantuvo solo 89 días, hasta que de nuevo Couce Pereiro articuló una coalición y le presentó una moción de censura.
xan e pericán
De las elecciones del 95 salió el pacto entre el PP de Juan Blanco (8 concejales) y los cinco ediles de Juan Fernández (Independientes por Ferrol). En el 98 las diferencias eran abismales y pretender aprobar los presupuestos, una ensoñación. En marzo de ese mismo año el pleno reprobaba al alcalde, con la ostentosa abstención de IF, y en abril amenazaba con dimitir la popular Margarita López Pardo, si el pleno no aprobaba la ampliación del contrato de basura con Urbadyc –lo que se acabó haciendo, hasta el 2014 y hasta hoy en día, en un pleno en julio–. El viernes 23 de octubre, siete meses antes de las municipales, el pacto se rompía, después de que Blanco destituyese al concejal de Personal, Francisco Pita-Romero, y los demás ediles de IF dimitieran (ya lo habían hecho días antes de la Xunta de Goberno). Según recoge la prensa, el alcalde cambió las cerraduras de los despachos de IF para evitar que retiraran documentación y Juan Fernández calificó a Juan Blanco como el “dictadorzuelo más rastrero que parió república bananera”. “Tan bon é Xan como Pericán”, decía entonces Xaime Bello, portavoz del BNG.
Fue él quien recogió el testigo en 1999 y su camino con el PSOE tampoco fue fácil. Hubo proyectos rechazados en el pleno por la oposición o las ausencias de sus socios, amenazas de dimisión de sus ediles si se seguía adelante con el pacto y, finalmente, un descalabro socialista que hizo que desde principios de 2003 (a escasos meses de las elecciones) gobernase con sus ocho ediles y con el único que quedaba del PSOE (Amable Dopico), puesto que los otros cuatro habían sido suspendidos de militancia (y después expulsados del partido) y Bello los destituyó.
negado dos veces
Juan Juncal (PP) se alió con Juan Fernández (IF) tras las elecciones de 2003. Aunque formalmente el pacto se mantuvo todo el mandato e incluso en la precampaña de 2007 Alberto Núñez Feijóo lo puso como ejemplo de coalición estable, se llegó al final con muchos problemas. Francisco Pita-Romero fue otra vez destituido como concejal (esta vez de Urbanismo) en julio de 2006, poco después de una crisis en junio que intentaron solventar los líderes de los dos grupos. Esta vez, los demás ediles de IF aguantaron.
maría antonieta
La alternancia derecha-izquierda que es ya norma en el Concello de Ferrol llevó al socialista Vicente Irisarri a la Alcaldía en el 2007. Obtuvo nueve ediles que sumó a los cuatro de Esquerda Unida, liderada por Yolanda Díaz. Posturas discrepantes en distintos asuntos llevaron a que a finales de octubre de 2008 Irisarri retirase las competencias a Javier Galán para poder llevar a pleno la Ley de Grandes Ciudades y, unos días después, el pacto se rompía. “Me siento como María Antonieta”, decía Yolanda Díaz entonces, que se veía guillotinada por el alcalde. No llevaban ni año y medio juntos.
Pasado el mandato con mayoría absoluta del popular José Manuel Rey Varela (el primero en la historia democrática de la ciudad), ahora es un gobierno encabezado por un militante de Esquerda Unida (aunque dentro de la confluencia de partidos que es Ferrol en Común) el que podría estar en disposición de “guillotinar” al Partido Socialista. Quizá por eso ayer la propia Yolanda Díaz, escarmentada en carne propia, hablaba de centrarse en lo que une y pensar en lo mejor para la ciudad.
Lo cierto es que los pactos tampoco han garantizado a los largo de los años la unidad de acción del gobierno y determinadas propuestas se encontraron con un muro en el pleno. El ábaco ha sido casi siempre necesario para echar cuentas de apoyos y rechazos y lo será de nuevo en este mandato, pase lo que pase con el pacto.