El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no tiene “ni la más mínima duda” de que el PSOE y Podemos pactarán si logran mayoría suficiente en las próximas elecciones generales.
En un encuentro con los medios de comunicación en Celanova, precisó que estos partidos, junto con otras formaciones, así lo hicieron tras las elecciones autonómicas y municipales, a pesar de que en la mayoría de los territorios la fuerza más votada fue el PP. Apuntó que si el PSOE y Podemos suman mayoría para poder gobernar y, además, cuentan con algunos partidos nacionalistas u otros de extrema izquierda, “lo van a hacer”.
Prueba de ello, continuó Rajoy, es lo que ha ocurrido en algunos ayuntamientos, y puso el ejemplo del de Madrid, donde “el PSOE le ha dado la Alcaldía a Podemos”, o también en Zaragoza y Valencia, municipios en los que ganó el PP, recordó.
centralidad política
Tras no excluir de ese acuerdo a “la propia Izquierda Unida”, subrayó que va a suceder eso porque el PSOE “ha abandonado la centralidad política, que ocupan los socialistas en otros países de Europa”.
Por eso, añadió que el debate que se plantea “de cara al futuro” es “si va a gobernar la moderación o van a gobernar otros”, y si se va a seguir manteniendo la recuperación económica, que “todavía es frágil y hay que andar con cuidado”, o van a entrar otros a aplicar otras políticas. “Ya se vieron en su día a dónde nos llevaron”, apostilló.
Por otro lado, Rajoy volvió a afirmar que este final de la legislatura “no es el momento adecuado” para abordar una reforma de la Constitución, ya que no existen las posibilidades de que haya un acuerdo mayoritario, y advirtió de que él no hablará sobre propuestas que busquen liquidar la unidad de España.
Rajoy aludió a una eventual reforma constitucional y a las palabras del martes del líder de Unió, Josep Antoni Duran i Lleida, quien dijo que no es necesario cambiar el título octavo de la Carta Magna para solventar el tema soberanista y apostó por “una disposición adicional” que “reconozca la especificidad de la identidad de Cataluña”.
Rajoy insistió en que la reforma de la Constitución es un asunto “difícil y delicado” en el que se necesita saber “qué se quiere hacer, sentarse para tener el máximo consenso posible y buscar el momento”. “Ahora no es el momento, estamos al final de la legislatura. Las posibilidades de que haya un acuerdo mayoritario hoy no están ahí”, explicó Rajoy.
Apuntó que desde la propia Generalitat de Cataluña se plantea “la liquidación de principios básicos como la unidad de España y la soberanía nacional”, y añadió que el Gobierno no se moverá de los principios básicos del constitucionalismo.
En este sentido, Rajoy afirmó que mientras él sea presidente del Gobierno no va a hablar de la “liquidación” de la soberanía nacional, ya que “lo que sea España lo deciden los españoles y no una parte de ellos”, e insistió en que hay aspectos que su partido “no va a aceptar nunca, como que se rompa la unidad de España, la soberanía nacional, la igualdad, la libertad o los derechos fundamentales de solidaridad entre los ciudadanos”.
“No nos vamos a mover de los principios básicos del constitucionalismo”, dijo, antes de añadir: “Quien quiera hablar de eso conmigo no va a hacerlo, de lo demás, sí”.