En vez de conseguir frente al Céltiga el triplete de victorias seguidas que lo habría metido en las cuatro primeras posiciones, el Racing cedió ayer sus primeros puntos en A Malata. Fue por culpa de un empate que fue el resultado más o menos justo –en realidad, cualquiera de los dos pudo haber ganado– de un partido atolondrado, condicionado por el hecho de que el cuadro verde jugó más de una hora en inferioridad numérica y en el que el cuadro visitante aprovechó al máximo todos sus recursos.
El guion previsto para el encuentro fue el que se vio sobre el terreno de juego –continuo ataque organizado del Racing ante un Céltiga que, marcaje individual sobre Pablo Rey incluido, centró sus esfuerzos en defenderse lo mejor posible–. Y la mejor manera para cambiarlo, mover al marcador, la consiguió el equipo ferrolano poco después de los diez minutos de juego a través de una acción de tiralíneas –Carlos García buscó la entrada en profundidad de Marcos Álvarez que, desde la línea de fondo, cedió la pelota a Juan Antonio para que esta remachase al fondo de las mallas–. Era lo más difícil que tenía que hacer el cuadro verde que, sin embargo, vio cómo su rival empataba casi de inmediato después de que Álex Fernández remachase una acción de Nico.
De vuelta a la situación inicial, al conjunto de la ciudad naval le tocó otra vez buscar los huecos en la defensa rival, aunque ahora con menos claridad. Incluso, al poco de sobrepasar el cuarto de hora de encuentro, el equipo ferrolano se quedó en inferioridad numérica tras la expulsión sufrida por Juan Antonio, algo que le dificultaba las cosas a la escuadra ferrolana. Y más todavía cuando, poco después, el cuadro visitante se ponía por delante en el marcador con otro tanto de Álex Fernández.
Empuje
El Racing encaró la segunda parte dispuesto a darle la vuelta al marcador, aun sabiendo de la dificultad de la empresa por el hecho de estar en inferioridad numérica. Así que lo que hizo fue subir un punto a la intensidad de su juego, lo que aumentó su presencia cerca de la portería rival. Sin embargo, lo que no consiguió de entrada fue generar ocasiones claras. Sin embargo, su cantidad de recursos hizo que el marcador diese la vuelta en menos de cinco minutos. Primero tras un saque de esquina que Joselu remachó tras el cabezazo inicial de Pau Bosch y después gracias a la pillería de Marcos Álvarez adelantándose al meta rival tras centro de Armental desde la banda derecha.
Otra vez parecía que el encuentro ya estaba decantado a favor del cuadro verde... pero otra vez el rival empató casi inmediatamiente –en esta ocasión después de que Santi remachase al fondo de la red un lanzamiento previa al poste–. Quedaban poco más de veinte minutos para el final del tiempo reglamentario y el Racing se obligado a buscar la victoria a la desesperada –con la defensa de tres por la que había apostado tras el descanso–. El encuentro, por eso, se convirtió en un ida y vuelta a las dos porterías del que cualquiera de los contendientes pudo sacar provecho –el cuadro ferrolano dispuso de ocasiones pero el de A Illa de Arousa también las tuvo... e incluso más claras–.
Así que el partido terminó con un empate que no dejó satisfechos ni a unos por lo esperado ni a otros por lo visto. l