Ayer, a las doce de la mañana, finalizaba el plazo para que los clubes que tenían deudas con sus jugadores las saldasen para no perder la categoría. Poco a poco todos los que podía peligrar su plaza en Segunda B fueron haciendo los pagos, salvo el Boiro, Gavá y Palencia, que no fueron capaces de conseguirlo.

Desde hace un par de semanas, el Boiro mantenía un pulso con el Concello, por parte de su presidente, David Places, que amenazaba con abandonar el club.

Sin embargo, en los últimos días, el máximo dirigente del club hizo algún comentario que saldaría la deuda para que el equipo no descendiera y que, en el caso de que pagase, seguiría un año más en la presidencia.

El miércoles, los presidentes de los clubes gallegos de Segunda B se reunieron en Santiago para hablar sobre la propuesta de composición de los grupos y allí estuvo presente David Places, que comunicó al resto de dirigentes que su club pagaría al día siguiente para poder continuar en la categoría.

Por ello, ayer por la mañana, el presidente del Racing de Ferrol, José Criado, se mostraba incrédulo al conocer la noticia del descenso del Boiro y destacaba que “ayer su presidente, con el que me llevo muy bien, me dijo que saldaría la deuda. Por eso, esto me deja perplejo, porque creía que ya había pagado”.

El club confirmaba el descanso a última hora de la mañana, a través de sus redes sociales.

Además, del Boiro, también el Gavá tendrá que jugar la próxima temporada en Tercera División, mientras que el Palencia lo hará en Preferente, ya que deportivamente ya había descendido de Segunda B.

Para ocupar la plaza del Boiro, la prioridad la tiene el Cerceda, que por problemas económicos, va a renunciar, mientras que el siguiente es el Bergantiños, que sí que puede estar interesado.

Para ello, tendrá que abonar un tercio de la deuda de los tres equipos que pierden la categoría. La del Boiro es de 94.000 euros, y las de los otros dos se dará a conocer en las próximas horas.