Los líderes internacionales comenzaron ayer a llegar a La Habana para participar en los funerales por Fidel Castro, pero muchos decidieron anticiparse al acto oficial, que tuvo lugar esta madrugada, y rindieron homenaje al revolucionario cubano en el Memorial José Martí.
El monumento al héroe de la independencia cubana estuvo abierto el lunes y ayer para que decenas de miles de personas se despidieran de Fidel, a pesar de que solo encontraron un retrato y condecoraciones militares, en lugar de sus cenizas, como se había prometido.
Los presidentes de Venezuela y Bolivia, Nicolás Maduro y Evo Morales, respectivamente, fueron los primeros dirigentes extranjeros en ir al Memorial José Martí. Ambos observaron en pie y en silencio el altar a Castro para después firmar en el libro de condolencias.
“Este es un momento doloroso por la pérdida del hermano, el compañero, el amigo Fidel Castro. Vengo en nombre del pueblo boliviano a agradecer su la ayuda incondicional y solidaridad con Bolivia”, dijo Morales a su llegada a La Habana.
“Todo nuestro acompañamiento y hermandad, y toda nuestra fuerza. Aquí está Venezuela, aquí está la Revolución Bolivariana, para decir a nuestros hermanos: seguimos de pie, seguimos juntos, hoy más que nunca”, apuntó Maduro, nada más aterrizar en Cuba.
También se trasladó hasta el lugar la vicepresidenta electa de Nicaragua, Rosario Murillo. “Fidel hizo el tránsito a la inmortalidad invicto”, destacó. “Gracias Cuba por habernos dado a Fidel, que vive en los pueblos libres de Nuestra América”, añadió.
África
El presidente de Zimbuabue, Robert Mugabe, también participó en el homenaje popular. “La pérdida que ha tenido el pueblo cubano se siente en África. Fidel no solamente era su líder, sino el líder de todos los revolucionarios”, enfatizó. Las delegaciones rusa y china pasaron igualmente por el Memorial José Martí para firmar el libro de condolencias.
El presidente cubano, Raúl Castro, fue el encargado de cerrar estas despedidas personales. Acompañado por el primer vicepresidente, Miguel Díaz Canel; el número dos del Partido Comunista, José Ramón Ventura Machado; y el comandante revolucionario Ramiro Valdez Menéndez; hizo la última guardia. Al cierre de esta edición, ya se encontraba en Cuba el primer ministro griego, Alexis Tsipras, y se esperaba la llegada de los presidentes de Ecuador, México y Salvador, así como de las delegaciones de otros países de la región, incluida la de EEUU.
La Casa Blanca anunció que el embajador designado para La Habana, Jeffrey Delaurentis, y el asesor de seguridad nacional Ben Rhodes serán los encargados de representar a Estados Unidos en los funerales por Fidel Castro.
Mientras, al cierre de esta edición el rey Juan Carlos I ya había llegado a La Habana para participar en el acto oficial que se iba a celebrar en la Plaza de la Revolución. El monarca emérito viajó acompañado por el secretario de Estado de Cooperación para Iberoamérica, Jesús Gracia, ambos en representación del Gobierno español.
La decisión de enviar al rey Juan Carlos a las exequias de Castro se ha estudiado con sumo cuidado y responde al deseo del Gobierno español de estar “en el sitio justo en cada momento”, según fuentes diplomáticas, que creen que su presencia se apreciará por parte del pueblo cubano, al tiempo que permitirá mantener la interlocución con el Ejecutivo de Raúl Castro.
España quiere ayudar a un país muy querido como es Cuba, antigua colonia, al tiempo que aspira a consolidar su presencia en la isla, que considera que debe reforzar aún más en un momento en que la isla está avanzando en la normalización de sus relaciones con EEUU y la UE.
Por otro lado, el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, visitó el lunes la Embajada de Cuba en Pyongyang para llorar la muerte de Castro.
Kim visitó la misión diplomática cubana en Corea del Norte, donde se dispuso una corona de flores, y desde donde lamentó la “pérdida” de un gran compañero. Asimismo, presentó su solidaridad el embajador por la pérdida del líder de la Revolución Cubana, a quien definió como un “activista político prominente que hizo grandes contribuciones para lograr la causa de la independencia contra el imperialismo”. El Comité Central del Partido del Trabajo de Corea anunció este lunes tres días de luto oficial para rendir tributo a Castro, período en el que las banderas permanecerán a media asta. n